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Rajoy y Arenas discrepan sobre la congelación del salario de los funcionarios

El ministro de Trabajo, Javier Arenas, afirmó ayer que la decisión de congelar los salarios de los empleados públicos en 1997 "está abierta" en la medida en que continúa el diálogo social dentro del Ministerio de Administraciones Públicas, y no habrá una posición firme hasta el mes de septiembre. Sin embargo, el ministro para las Administraciones Públicas, Mariano Rajoy, aseguró que la "posición oficial" del Gobierno es su "firme decisión" de congelar las retribuciones de los empleados públicos para el año 1997.Arenas, que asistió a la toma de posesión de ocho nuevos consejeros del Consejo Económico y Social -seis expertos nombrados por el Gobierno y dos por la patronal-, indicó que el próximo año se va a hacer un esfuerzo importantísimo en el control de la inflación "que afecta muy directamente a los funcionarios, que pueden ver congelados sus salarios, pero mantendremos el diálogo abierto".

Respecto a la recomendación del secretario de Estado de Presupuestos, José Folgado, de que la congelación salarial se traslade al sector privado, el ministro de Trabajo reiteró que sería muy importante que haya moderación salarial en 1997 y que los aumentos salariales tengan como referencia la productividad y el IPC previsto -2,6%- En su opinión, eso no afectará al consumo, ya que éste depende de que "sigamos en el camino de creación de empleo, que se acabe con la temporalidad de los contratos y no haya inquietud en prestaciones sociales".

Por su parte, Rajoy, que se encontraba en Valencia donde presidió la comisión mixta de transferencias, argumentó lo que según él es la decisión del Gobierno en la necesidad de defender los intereses generales de la sociedad y cumplir los requisitos para lograr converger con Europa. En este sentido, señaló que el Estado "va a ser serio para estar entre los países de primera velocidad en el grupo de los más desarrollados".

Recordó que los presupuestos para el próximo año van a ser "muy austeros" y "no van a ser agradables, ya que todas las partidas van a verse afectadas, excepto las pensiones, que mantendrán el incremento del IPC". Rajoy señaló que en esta cuestión "el Gobierno debe ser serio y decir la verdad".

De todas formas, el titular de Administraciones Públicas también expresó su "firme voluntad" de mantener el diálogo en las distintas mesas para diferentes materias que se han abierto con las organizaciones sindicales.

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