Clinton pide a sus aliados sanciones contra Irán y Libia

El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, pidió ayer a la comunidad internacional que implante "fuertes sanciones" contra todos los países "que apadrinan o cometen actos de terrorismo" y mencionó específicamente a Irak, Irán, Libia y Sudán.

En un discurso pronunciado en Nueva Orleans (Luisiana) ante la Asociación de Veteranos de Guerra, Clinton instó también al Congreso a tomar nuevas medidas antiterroristas, incluido el reforzamiento de los poderes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) en materia de escuchas telefónicas.

El Gobierno busca, además, obligar a los fabricantes de explosivos incluir en sus productos un producto químico identificativo especial que luego pueda ser fácilmente reconocible por la policía para conocer el tipo de explosivo utilizado.

Clinton dijo que con tal fin se reunirá hoy en la Casa Blanca con el presidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich, y el líder de la mayoría republicana en el Senado, Trent Lott, entre otros. Al encuentro asistirá también el director del FBI, Louis Freeh.

Hasta ahora, la mayoría de los parlamentarios republicanos se habían opuesto a estas medidas por considerar que violaban los derechos privados de la ciudadanía y las eliminaron de un proyecto de ley que aprobaron la pasada primavera.

Reunión del G-8

Las palabras de Clinton llegan en víspera de la reunión que los ministros de Asuntos Exteriores y del Interior del llamado Grupo de los Siete (Estados Unidos, Canadá, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y Japón), junto a los de Rusia, tendrán mañana en París para estudiar medidas prácticas contra el terrorismo, bajo la influencia de la bomba en Atlanta y la catástrofe del avión de TWA.Se trata de una reunión convocada a petición de EE UU cuando aún estaba caliente el impacto del atentado con bomba que, el pasado 25 de junio, acabó con la vida de 19 soldados norteamericanos en una base militar en Arabia Saudí. Lo ocurrido desde entonces no ha hecho sino poner aún más de relieve la necesidad de una mayor cooperación antiterrorista.

La lucha en este campo tiene dos vías (policial y judicial) y tres niveles de cooperación (bilateral, regional y multilateral). Las "técnicas policiales", subrayan los expertos, tratan del "intercambio de informaciones y métodos". Las judiciales descansan en el tratamiento de las comisiones rogatorias y las órdenes internacionales de detención, difíciles de ejecutar a veces por las diferencias entre los sistemas judiciales.