El año de Iluvias aumenta los ingresos de los agricultores en medio billón de pesetas

El año de lluvias ha traído al campo unas producciones similares a las denominadas cosechas del siglo de 1980 y 1984. Los agriculores se beneficiarán esta campaña de un aumento en sus ingresos superior a los 500.000 millones de pesetas en relación con el ejercicio anterior, según las previsiones del propio Ministerio de Agricultura. Este incremento en los ingresos se obtendrá a pesar del descenso en los precios registrado ya en algunos sectores como los cereales y las previsiones de cotizaciones a la baja que se esperan también para otras producciones como vino, girasol o aceite de oliva.

Loyola de Palacio, igual que le sucediera a Carlos Romero al inicio de la Administración socialista, ha entrado con buen pie en el Ministerio de Agricultura. Al aumento de medio billón en los ingresos de los agricultores por el impacto de las lluvias, se suma el ahorro logrado por las explotaciones ganaderas al haber dispuesto de pasto abundante durante casi todo el año y no haber utilizado piensos.De este incremento de los ingresos en el sector agrario, las partidas más importantes corresponderían a los cereales, con unos 210.000 millones de pesetas y una cantidad similar a los productores de aceite de oliva. En tercer lugar se encuentran el vino con unos 40.000 millones de pesetas, el girasol, algodón y arroz con cifras inferiores. El impacto de las buenas condiciones climatológicas en la campaña agrícola se concreta en los siguientes puntos:

Más producciones. Las lluvias han supuesto una vuelta a la normalidad a la hora de realizar las siembras. En cereales de invierno se han mantenido prácticamente las superficies de la campaña anterior. La diferencia ha estado en los mayores rendimientos con unos 18 millones de toneladas entre trigos, cebadas, avena y centeno, frente a los 8,5 millones de toneladas de hace un año. En cereales de primavera, sí ha existido por el contrario un salto en las superficies de siembra de maíz al disponer de agua embalsada con un crecimiento del 34%. Su producción pasaría de 2,5 a cuatro millones de toneladas. En conjunto, unos 11 millones más de toneladas de todos los cereales que, a precios de intervención, suponen unos 220.000 millones de pesetas más sobre los ingresos de hace un año.

Las lluvias han supuesto igualmente normalizar las siembras de leguminosas grano con unos incrementos de producciones que situarían las ventas en unos 7.000 millones de pesetas por encima de 1995.

La existencia de agua embalsada ha significado la vuelta a la normalidad en las siembras de cultivos castigados en los últimos años, especialmente en el valle del Guadalquivir. En esta línea de incrementos, el algodón pasó de 32.000 a 80.000 hectáreas y el arroz lo hizo de 54.000 a más de 100.000 hectáreas.

En el caso del girasol, la superficie de este año ha sido similar a la de la campaña anterior. Sin embargo, se espera una producción en torno a 1,1 millones de toneladas frente a las 570.000 toneladas de la campaña anterior. El aumento de los ingresos se cifra en unos 15.000 millones de pesetas.

En vino, las cepas se han recuperado, en líneas generales, de la sequía y los efectos no han sido tan perjudiciales como se temía. Ello va a suponer una producción que se cifra en unos 30 millones de hectolitros frente a los 19 millones de hace un año. A precios no elevados de venta, el aumento de los ingresos sería de unos 40.000 millones de pesetas.

Finalmente y, entre otras producciones, destaca el sector del aceite de oliva. La producción esperada se sitúa en unas 600.000 toneladas, lo que supone el doble de la actual. La ayuda por kilo producido es de 240 pesetas. Considerando que el precio de venta sea sensiblemente inferior al pagado durante este año, los ingresos por ese aumento de producción no bajarían de los 220.000 millones de pesetas.

Recorte en los precios. Consecuencia lógica de ese aumento de las producciones va a ser el descenso de los precios. En cereales, ya han descendido de las 27 a las 20 pesetas. A punto de iniciarse la campaña de recolección del girasol en el sur, los precios que se barajan se hallan en el entorno de las 30 pesetas frente a las 40 pesetas de hace un año.

En vino, la campaña, que hace un año comenzó con 520 pesetas hectogrado, este año se espera que no rebase las 380 pesetas. En aceite de oliva, frente a los precios disparados de hace un año que llegaron a las 690 pesetas kilo, en este momento se esperan también unas cotizaciones más ajustadas en el entorno de las 450 pesetas.

Ahorro ganadero. Dentro de las condiciones negativas que ha supuesto para la cabaña de vacuno la enfermedad de las vacas locas, las lluvias han paliado el problema. Durante casi toda la campaña ha existido pasto abundante para comer y para su recolección. Esta situación ha afectado tanto a los casi dos millones de animales de vacuno como a los 23 millones de cabezas de ovino y caprino.

Recuperación de los cultivos leñosos. El agua ha producido la vuelta a la normalidad en el conjunto de los cultivos leñosos que hace un año en muchas zonas tuvieron problemas para la propia supervivencia. Medios del sector señalaron graves riesgos para el mantenimiento de más de 100.000 hectáreas de olivar, mientras en el viñedo la Unión Europea ha asumido la necesidad de proceder a la replantación de unas 125.000 hectáreas dañadas por la falta de agua.

Más empleo. En campañas normales, tanto los frutales como, sobre todo, el viñedo y especialmente el olivar, suponen una importante contribución al mantenimiento del empleo en el medio rural. En el sector olivarero se baraja una cifra de 36 millones de jornes. Este año se volverá a recuperar el empleo en el sector agrario especialmente en la mitad sur de la península.

Ayudas comunitarias. En la casi totalidad de las producciones, las ayudas comunitarias tras la reforma de la Política Agrícola Común van ligadas a las superficies de cultivo y no a los rendimientos. En España, la principal excepción donde la ayuda está directamente ligada a los rendimientos es el olivar. En esta campana, si se confirman las actuales expectativas, las subvenciones por aumento de producción pueden superar los 70.000 millones de pesetas.

IPC. Finalmente, las lluvias, la mejora de las producciones y el aumento en la oferta, están contribuyendo ya a una rebaja de precios en productos como frutas y hortalizas, aceite o vino, con un impacto positivo en el Indice de Precios al Consumo (IPC).