La policía egipcia secuestra un libro que humaniza los profetas
, En cuanto los expertos de Al Azhar, la institución egipcia más prestigiosa del islam suní, decretaron tras su estudio que el libro titulado Análisis psicológico de los profetas violaba las normas religiosas, la policía encargada de la moral en las obras artísticas secuestró en una mañana los 3.000 ejemplares de su segunda edición.
El atrevimiento del periodista Abdalah Kamal, de 31 años de edad, al analizar el comportamiento de los profetas, a los que califica en ciertos casos de "rebeldes", resulta "insultante" a juicio del comité de Al Azhar que analizó el libro.
En base a los textos del Nuevo y Antiguo Testamento y del Corán, Kamal trata de analizar el comportamiento de los profetas como seres humanos, y sostiene que los problemas que tuvieron, por lo general en la infancia, dejaron cicatrices en su personalidad. "Esto es inaceptable y representa una línea desviada de pensamiento que debe ser corregida", declaraba el gran jeque de Al Azhar, Mohamed Sayed Tantawi.
Problemas psicológicos
El autor se atreve a sugerir en el libro que Moisés, padecía dificultades en el habla, y que esta circunstancia, unida al abandono que sufrió al nacer, afectó a su personalidad, que el nacimiento aparentemente ilegítimo de Jesús le causó problemas sociales y que el profeta Mahoma era introvertido, pero niega que el análisis psicológico que hace de ellos pretenda rebajar de manera alguna la importancia de su personalidad.El presidente del comité de Al Azhar, Abdel Moez al Gazar, explica que "siempre se ha aceptado que los profetas están por encima de cualquier crítica y no pueden ser juzgados en términos humanos, pero este libro llega incluso a describirlos como rebeldes, lo que es insultante".
Según la ley, el Centro de Investigación Islámica, al que pertenece el comité de Al Azhar, es el responsable de examinar todos los libros que tratan de asuntos islámicos para emitir su opinión, pero no estipula que tenga el derecho de secuestrarlos si los encuentra contrarios a su pensamiento.
Kamal, asegura que todo el asunto es ilegal, porque no existe orden judicial para el secuestro del libro, potestad que no tiene una fatwa (un decreto religioso islámico), algo que apoyan los sectores más progresistas egipcios, que entienden que Al Azhar sólo es responsable de emitir una opinión religiosa.
Sin embargo, a nadie se le escapa -en una sociedad donde el pensamiento más conservador del islam gana terreno día a día- el peligro que supone para un intelectual ser estigmatizado con una fatwa de este tipo. Los casos más significativos fueron el asesinato del escritor Farag Fuda en 1992, el intento de asesinato del premio Nobel de Literatura Naguib Mahfuz en 1994 o la huida del profesor Nasr Abu Zeid en 1995.
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