González y Pujol quieren mantener sus buenas relaciones de la etapa anterior

Las viejas amistades no deben perderse. Eso parece que piensan el presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, y el secretario general del PSOE, Felipe González. Ambos políticos se reunirán. previsiblemente en la última semana del mes de julio para hablar de "política en general", según han confirmado tanto fuentes socialistas como nacionalistas. Pujol tiene muy presente "la alta valoración" que González tiene en Cataluña, de momento superior en esa comunidad a la del presidente José María Aznar

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, ya ha advertido que nunca participará, apoyará o callará ante cualquier "intento de linchamiento" dirigido hacia el secretario general del PSOE. No hay que olvidar, sin embargo, que no hace ni un mes que Pujol expresó en alto una suerte de advertencia al PSOE respecto al "tipo de oposición" que pensara hacer. Pujol dejó caer que podría revelar algunas cuestiones que pondrían en dificultades a los socialistas.Pero eso es agua pasada. En las últimas semanas González y Pujol han hablado por teléfono en varias ocasiones y de la última conversación salió el compromiso de verse en Madrid o Barcelona.

Aunque ninguno de los dos preguntará explicitamente al otro por su estrategia, sí piensan que de una conversación larga y distendida pueden extraerse conclusiones interesantes. Pujol confía en que el PSOE no se radicalice y haga una oposición que ponga en entredicho la política que el Gobierno lleva a cabo con su imprescindible colaboración.

Por su parte, González, recordará a Pujol que algunas medidas económicas que tiene ya pactadas con el PP no contarán con su apoyo porque en algunos casos le impidió aprobarlas en su etapa de Gobierno. El líder socialista no piensa ocultar a Pujol que su grupo se opondrá a todo lo que signifique recortes sociales. Y le expresará sus dudas sobre la bondad del nuevo modelo de financiación autónomica.

Los nacionalistas catalanes reconocen que Pujol tiene interés en mantener buenas relaciones con González. Además del grado de simpatía que parece existir entre ambos, hay otra cuestión práctica. Pujol tiene en consideración la excelente valoración que González tiene en Cataluña. A su electorado nunca le importó que pactara con el PSOE, en tanto que acogió con muy serias reticencias el acuerdo con el PP.