Londonderry rinde tributo a la primera victima mortalde una semana de violencia en el Ulster
Varios ramos de flores junto a un frágil árbol señalaban ayer el lugar en Little James Strect, en Londonderry, donde cayó Dermot McShane, de 35 años, primera víctima motal de los disturbios que han venido sacudiendo Irlanda del Norte a lo largo de toda la semana y que no parecen amainar. Miles de personas manifestaron ayer su duelo por la muerte de McShane recorriendo las calles de Londonderry, desfiguradas tras la batalla campal de la madrugada del sábado. En un comunicado, el IRA hizo un llamamiento a la calma, pero advirtió que no permitirá que se "pase por encima" de los nacionalistas.
Las huellas de la batalla mantenida la madrugada de ayer entre grupos de manifestantes republicanos y la policía del Ulster, respaldada por el ejército británico, eran abrumadoras en el centro de Londonderry. Columnas de intenso humo gris se levantaban de los restos calcinados de media docena de vehículos, contemplados con silenciosa aprensión por los transeuntes. Anoche, una manifestación de protesta, encabezada por el número dos del Sinn Fein, Martin McGuinness, recorrió en señal de duelo la distancia entre el domicilio del fallecido, Dermont McShane, hasta el lugar donde fue aplastado por un vehículo del Royal Ulster Constabulary (RUC, policía del Ulster). Según su viuda, McShane, empleado en una empresa local de automóviles y vecino de uno de los barrios católicos de Londonderry (Derry para la población nacionalista) se vio envuelto en los gravísimos disturbios al salir de un bar donde había estado tomando copas con un grupo de amigos, en la noche del viernes. McShane, según reveló anoche la BBC, fue miembro del INLA, el grupo más radical del IRA, y pasó cinco años en prisión por sus actividades en esta organización.Conducido al hospital de Altnagelvin, a las afueras de la ciudad, McShane falleció a causa de los múltipiles traumatismos horas después. En el centro médico, había ayer seis hospitalizados, heridos en unos disturbios en los que los manifestantes arrojaron no menos de mil cócteles molotov contra la policía, que respondió con otras tantas balas de goma. Las pérdidas ascienden a millones de libras.
La policía del Ulster guarda silencio respecto a las causas de la muerte de McShane, pero no existe la menor duda de que la imagen del RUC se ha vuelto a ver empañada por la contundencia con la que sus miembros se han empleado a la hora de reprimir la violencia de los extremistas católicos. Los vecinos de Lower Ormeau Road, en Belfast, estuvieron incomunicados durante 15 horas entre la noche del jueves y la tarde del viernes, para permitir el paso sin incidentes del desfile de la Orden de Orange.
Pese al llamamiento a la calma lanzado por el IRA horas después del realizado por Michel McLaughlin, presidente honorario del Sinn Fein, el partido que es el brazo político de los hombres de la pistola, hay suficientes indicios como para temer que la escalada de violencia continúe. Bastaba contemplar los rostros crispados de jóvenes y adultos a lo largo de Williams Street o Sackville Street, en el corazón de Londonderry, al borde del área la conocida como Bogside, para comprender que un nuevo brote de odio se ha producido entre las comunidades de Irlanda del Norte. De momento, unidos por el agravio contra la minoría católica, los partidos pro irlandeses en la provincia británica y el Gobierno de Dublín mantenían un frente de combate común.
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