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Mas Canosa intercederá en EE UU por los inversores españoles en Cuba

El máximo dirigente del principal grupo del exilio cubano en Estados Unidos, Jorge Mas Canosa, insinuó ayer que intercederá ante la Administración norteamericana para que las empresas españolas que han invertido en Cuba no resulten perjudicadas por la ley Helms-Burton, que prevé sanciones para las sociedades que "trafiquen" con antiguas propiedades estadounidenses en la isla, según indicaron fuentes cercanas al ministro español de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, quien recibió al líder opositor.

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A su salida del Ministerio de Exteriores Mas Canosa, que dirige la Fundación Nacional Cubano-Americana, no confirmó la versión propagada por el entorno de su anfitrión. Indicó que sólo estaba dispuesto a ayudar a las empresas que estén dispuestas a retirarse de Cuba."Nosotros", declaró, "queremos de alguna manera trabajar para que cualquier conflicto derivado de la ley Helms-Burton no afecte a los inversionistas españoles que tengan el propósito de desvincularse del Gobierno de Cuba".

Matutes fue el primer miembro de un Gobierno español que recibió abiertamente a Mas Canosa, considerado como el más radical de los adversarios del presidente Fidel Castro y uno de los principales impulsores de la ley Helms-Burton cuya aplicación debe hacerse, dijo, "con todo rigor".

Mas Canosa negó haber actuado como un "soplón" ante el Departamento de Estado norteamericano para ayudarle a confeccionar la famosa lista negra de empresas extranjeras que "trafican" con propiedades norteamericanas y en la que, presumiblemente, figuran algunas españolas. España es el primer inversor europeo en la isla.

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Mas Canosa reconoció, no obstante, que la Fundación había puesto a disposición del Departamento de Estado las investigaciones que había llevado a cabo. Una delegación diplomática norteamericana que visitó Madrid en mayo señaló que para elaborar la lista contaba con la colaboración de organizaciones representativas del exilio aunque no daban por buena toda la información que les facilitaban.El jefe del Gobierno, José María Aznar, justificó ayer que Matutes recibiese al promotor de la ley Helms-Burton. "Es útil", dijo, "intercambiar impresiones" con alguien a quien "se le reconoce influencia en las decisiones del Gobierno de EE UU" con relación a Cuba. Recordó además que su predecesor, Felipe González, también se entrevistó con Mas Canosa, en mayo de 1992, pero lo hizo a escondidas. Aznar, en cambio, no le recibirá ahora por motivos que no aclaró.

El huésped cubano de Matutes se deshizo en elogios a la política seguida por el Ejecutivo de Aznar con relación a Cuba. Resaltó que había sido "coherente con la postura expresada cuando estaba en la oposición".

Matutes hizo valer ante Mas Canosa este cambio de actitud de España para, según fuentes diplomáticas, sugerirle que la Administración de EE UU fuese, en consecuencia, especialmente benévola en su aplicación de la ley Helms-Burton a empresas españolas. De hecho, hasta la fecha el Departamento de Estado sólo ha castigado a una empresa canadiense y amenazado a otras dos, italiana y mexicana.

Esta posible búsqueda, por parte de Matutes, de una solución bilateral para las empresas españolas afincadas en Cuba causará, si se confirma, alguna sorpresa entre los socios de España en la Unión Europea. El ministro había indicado en algunas ocasiones que la defensa de los intereses españoles debía hacerse en coordinación con el resto de la UE.

Mas Canosa desmintió también que Aznar hubiese efectuado, a finales del invierno, gestiones para que Telefónica le vendiese en abril su filial Sintel en contra de lo que aseguraron fuentes del anterior Gobierno.

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