Las puertas del cielo

Mayor o menor, todos los artistas tienen su ego. En el caso de ser artistas de pop, el ego acostumbra ser mayor. Pues bien, uno de los múltiples quebraderos de cabeza de la organización del Doctor Music Festival consiste en hacer pasar todos esos egos por la puerta de entrada que los artistas comparten con los proveedores, técnicos y demás personal contratado para que durante tres días nada falle. En principio, la cosa no tiene mayor problema, pues la telefonía móvil permite conocer la hora de llegada de los artistas a su puerta de acceso, en la que un mocetón uniformado de marrón comprueba identidades con la eficiencia de un guardia fronterizo. La fluidez informativa entre aeropuertos, empresas de alquiler de vehículos, organización y mocetón permite que los problemas se minimicen.De todas formas, no todos los técnicos tendrán el mismo trabajo sobre el entarimado, ya que en un festival de estas dimensiones y características sólo prueban sonido los cabezas de cartel que lo deseen. En el Doctor Music Festival lo harán Bowie, Lou Reed, Sepultura, Blur, Neneh Cherry y Patti Smith, en principio. Los demás habrán de apañarse con unos medios que en cualquier caso garantizan que su sonido sea adecuado y evite que el público eche pestes por lo que llega a sus oídos.

Otro tema peliagudo es el alojamiento de los más de 300 artistas participantes en el festival. La mayor parte de ellos ha sido colocada en los hoteles de los alrededores. Otros, y no son los menos, han preferido montar una tienda en la zona de acampada con la intención de vivir más de cerca el ambiente de un acontecimiento así. Desde luego, David Bowie, y Lou Reed no estarán entre ellos. En principio, estos son los dos únicos artistas que se hospedarán en Barcelona. Bowie cubrirá la distancia entre la capital y el valle por carretera. Por su parte, Lou Reed, al parecer más amante de la aventura, viajará en helicóptero y se ahorrará así unas tres horas y media de carretera. Hay artistas, como lggy Pop, que ni tan siquiera pernoctarán en la zona, pues pasarán por la misma con la celeridad de un ave migratoria. Llegará, cantará y se esfumará.