Liaño ratifica el procesamiento de Galindo por el 'caso Lasa-Zabala'
El juez Javier Gómez de Liaño citó ayer los procesamientos del general Enrique Rodríguez Galindo y del teniente Pedro Gómez Nieto por su presunta participación en él secuestro, torturas y asesinato de los presuntos etarras José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala, ocurridos en octubre de 1983. El magistrado desestimó el recurso presentado por la defensa de Galindo y Gómez Nieto por entender que existen "sospechas racionales" de que los imputados hayan podido cometer los delitos.
Galindo está procesado como autor por inducción de dos delitos de detención ilegal, torturas y dos asesinatos, cometidos en las personas de Lasa y Zabala, mientras que Gómez Nieto lo está como autor material de los asesinatos de los dos presuntos etarras.Al confirmar el procesamiento, Gómez de Liaño destaca que "hay que distinguir entre probabilidad y certeza, cuya diferencia radica en que la probabilidad existe cuando la razón, apoyándose en motivos rigurosos, tiene un hecho como muy próximo a la realidad por concurrir motivos fundados, aunque todavía no bastante poderosos para llegar a ese superior grado de certeza, que en lenguaje procesal llamamos hechos probados".
Refiriéndose a los hechos narrados en el auto de 27 de mayo que procesó al general Galindo al teniente Gómez Nieto y al abogado de ambos, Jorge Argote, el juez explica: "No ha sido una ficción, una figura imaginativa ( ... ) lo que se relata en el auto".En aquel auto se afirmaba que Galindo dirigía una de las ramas de los GAL, creados en 1983 por altos mandos dependientes o ligados con los Ministerios del Interior y de Defensa, ante el recrudecimiento de las acciones de ETA. La ramificación dirigida por Galindo estaba constituida por un reducido número de guardias civiles destinados en el Servicio de Información de la 513 Comandancia, con sede en Guipúzcoa. De ese grupo formaban parte los ex guardias del cuartel de Intxaurrondo Enrique Dorado Villalobos, Kike, Felipe Bayo y el teniente Pedro Gómez Nieto.
Dorado y Bayo están procesados como autores materiales del secuestro, torturas y asesinato de los etarras. El auto relataba la captura de los dos jóvenes en Francia, su, permanencia en el palacio. La Cumbre, donde fueron torturados, y su traslado drogados en el maletero de dos coches hasta Busot (Alicante) donde fueron asesinados y enterrados.
Lo que se describe, señala el nuevo auto de Liaño, son hechos altamente verosímiles que aunque no se ha probado que respondan a la verdad, son obedientes a una realidad susceptible de ser verificada.
El juez dedica uno de los fundamentos para criticar los juicios empleados en el recurso por el abogado Jorge Argote, y señala que "tal vez la causa del descontrol descanse en la incómoda situación procesal del señor letrado defensor de los recurrentes".
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