_
_
_
_
_

El Gobierno de Chirac espió a miembros del equipo de Balladur

Tres colaboradores de François Léotard, antiguo ministro de Defensa de Edouard Balladur, fueron víctimas en 1995 de escuchas telefónicas realizadas por agentes al servicio de su sucesor en la cartera, Charles Millon. Se trata de un caso de espionaje dentro de la propia mayoría en el poder. Tanto Millon como Léotard pertenecen al Partido Republicano, pero mientras el segundo, respaldó a Balladur en la carrera hacia la presidencia, el primero optó por Jacques Chirac.Las tres personalidades cuyas conversaciones fueron interceptadas son dos prefectos (máxima autoridad provincial) y un coronel especializado en operaciones en el mar, como la que hundió el barco de Greenpeace en Nueva Zelanda. Sobre el papel las escuchas se realizaron respetando el reglamento, pero, y de ahí viene la imitación de Léotard, la ley sólo autoriza la transcripción de "las informaciones que estén en relación con una demanda", y que en un caso de este tipo sólo pueden ser relativas "a cuestiones de defensa nacional". Y la ley no se cumplió, tal y como ha admitido un portavoz oficial.

Léotard, que dirige una facción de la oposición interna al primer ministro Alain Juppé, sospecha que el Gobierno intenta averiguar cómo se financió y se financia la corriente balladuriana. Tanto en el entorno de Juppé, como en el del presidente, Jacques Chirac, se cree que la filtración de los escándalos inmobiliarios que afectan a los gaullistas del Agrupación para la República ha sido y es obra de círculos próximos a Balladur.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_