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Seis horas de matanza

, El 4 de julio de 1946, varios miles de vecinos mataron en las calles de Kielce (a 200 kilómetros al sur de Varsovia) a 42 judíos que habían logrado salvarse del holocausto nazi (sólo en Kielce los alemanes mataron durante la ocupación nazi a 27.000 judíos). El pretexto de la matanza fue el supuesto secuestro de un muchacho polaco de nueve años que, según los rumores, luego fue asesinado por judíos en un acto ritual.

La persecución y matanza se desarrolló a lo largo de seis agónicas horas. La multitud, ante la pasividad del Ejército y de la milicia (según algunas versiones, incluso con su apoyo) irrumpió en un edificio habitado por varias familias judías. Las víctimas, entre ellas una mujer embarazada, eran sacadas a la calle y asesinadas a tiros, golpes o pedradas. Una semana después, nueve de los asesinos fueron condenados a muerte y ejecutados.

Más información
Polonia pide perdón a los judios en el 50º aniversario del pogromo de Kielce

El pogrom de Kielce, la más terrible matanza de judíos ocurrida después del holocausto, no fue el único crimen antisemita en aquella época. Según los historiadores, el número de víctimas de la histeria antisemita en Polonia, en los años 1944-1947, oscila entre varios cientos y 2.000 personas. Según algunos estudiosos, el pogrom fue "una acción provocada y preparada" por las fuerzas de seguridad soviéticas y polacas para desacreditar a la derecha nacionalista que combatía al nuevo poder comunista en Polonia.

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