Purga en RTVE "por razones de austeridad"

"Mi gestión al frente de RTVE va a estar basada en la independencia". La afirmación de la nueva directora general de RTVE, Mónica Ridruejo, realizada en el Parlamento el 24 de junio, lleva camino de convertirse en la cruz de su mandato. Todos los afectados por su llegada al ente público -periodistas despedidos, ex directivos, sindicatos y políticos de oposición- acusan a Ridruejo de estar en manos de La Moncloa.Mónica Ridruejo no tenía experiencia política, ni tampoco de gestión de una gran empresa. El equipo del que se ha rodeado participa de las mismas características. El nuevo director de planificación estratégica de RTVE, Pablo Díaz de Rábago, de 32 años -ICADE y master en derecho en Harvard- procede de la firma de abogados Gómez Acebo y Pombo. Su experiencia anterior ha sido la administración de Osadin, una asesoría financiera, y el puesto de consejero delegado de Tecnieurop (servicios inmobiliarios e industriales) e Infrasa (joyería y bisutería).

En el núcleo de poder en torno a Ridruejo se encuentran también Félix Sánchez-Brunete (director comercial de RTVE), procedente del área de mercadotecnia de Canon y ex presidente de Sistemas de Oficina de Valencia-2, dedicada a la venta de equipos de oficina. Otros puestos importantes recaen en Francisco (Patxi) Valiente (secretario general de RTVE), un funcionario de Hacienda; y Eduardo Jiménez, corredor de comercio, que ahora se ocupa de la gestión económica de TVE.

Pero no sólo ha cambiado el equipo directivo: también han sido liquidados periodistas significativos. Ningún cargo de RTVE ha intentado siquiera justificar a la corresponsal política, Amalia Sánchez Sampedro, o al delegado en Nueva York, José Antonio Martínez Soler, por qué les han puesto en la calle. Su jefe, Ernesto Sáenz de Buruaga, sólo les ha dicho que no es cosa suya: "Cumplo órdenes". No, desde luego, del entonces director de TVE, Ramón Colom, quien dimitió por negarse a firmar algunos de los ceses.

Otro de los liquidados, el ex jefe de información económica de TVE, Javier Gilsanz, abordó a Mónica Ridruejo tras la comparecencia parlamentaria de esta última el pasado día 26. "No, si no ha sido por profesionalidad, sino por austeridad", fue la única explicación de Ridruejo, quien minutos antes había dicho lo mismo a los diputados. Curioso ahorro en un ente que gasta 55 millones diarios sólo en el pago de la deuda. Y más curioso aún cuando RTVE tiene que pagar indemnizaciones por rescindir contratos antes de la fecha pactada.

Amalia Sánchez Sampedro, con 27 años de experiencia en la información política, se considera víctima de una represalia directa. Su abogado, Enrique Lillo, de Comisiones Obreras, ha orientado en ese sentido la demanda judicial que tiene preparada contra RTVE. "Durante los años que he trabajado en Telediarios, diversos medios de comunicación, todos del mismo, sesgo, me han convertido en el blanco de sus ataques por el simple hecho de informar de las actividades del Gobierno en un fugar tan polémico como TVE", explica Sánchez Sampedro. 'Se me ha obsequiado con calificativos como comisaria política, búnker Sampedro o falsa periodista de Puerto Lrurraco". Ella no tiene dudas de que su despido ha sido inspirado "en los aledaños de La Moncloa", después de que significados miembros del PP se jactaran de que había que echarle al día siguiente de las, elecciones. Además de la demanda judicial, Sánchez Sampedro ha pedido el amparo de la Asociación de la Prensa.Romperles la cara

José Antonio Martínez Soler, profesional de larga trayectoria -Cambio 16, EL PAÍS, Gaceta de los Negocios, El Sol y numerosos trabajos distintos en TVE- no pensó al principio que le echaran por razones políticas. "Me aseguraron que, sencillamente estaban despidiendo a los 390 contratados y sustituyéndoles por personal fijo, y lo único que lamenté fue no ser fijo. Pero luego resultó que sólo echaron a unos cuantos. Entonces vi claro que se trataba de una purga, selectiva de carácter político, una verdadera caza de brujas", afirma. No cree que el secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Rodríguez, esté detrás de su cese: "Me había citado en La Moncloa unos días antes de que me despidieran. La cita no llegó a producirse, pero espero verle pronto". Al delegado de TVE le parece correcto que le cambien de puesto, pero no que le echen: "Tienen derecho a cambiarle la cara a la empresa, pero no a rompérmela a mí".

Estos periodistas contratados -y las corresponsales en Londres y Moscú, Nuria Ribó y María José Ramudo, respectivamente- se han visto afectados personalmente. También ha sido removida la estructura de los Servicios Informativos de TVE, integrada en su mayor parte por profesionales con plaza fija, conseguida mediante oposición.

Sáenz de Buruaga ha tratado de impedir un corte total de cabezas. Algunos ejemplos: al anterior subdirector de Informativos, Miguel Ángel Sacaluga, le ha destinado a la corresponsalía de París -después de haberle confirmado y destituido como subdirector en un lapso de dos semanas- También ha confiado la dirección del emblemático espacio Informe Semanal a Baltasar Magró, profesional de amplia trayectoria. Y no ha dado cargos a periodistas mucho más vinculados al PP. La caverna de RTVE no le perdona tales equilibrios. EL PAÍS recibe periódicamente llamadas y escritos (anónimos) contra Sáenz de Buruaga, por no haber ejecutado del todo a los de la etapa anterior.