¿Ciudadano o presidente?

Vaya por delante mi más enérgica repulsa, aunque quizás sea tan inútil como enérgica, por el atentado sucedido el 12 de junio en la Audiencia Nacional. Dicho esto, y en la vista de las reacciones del nuevo Gobierno (y más concretamente de su presidente) sobre este suceso, no he podido dejar de hacerme la siguiente reflexión.Recuerdo con bastante nitidez las actitudes que los ahora miembros del Gobierno y ex miembros de la oposición mantenían con respecto a la lucha antiterrorista y otras materias que no vienen ahora al caso, y he imaginado las declaraciones de personas como Álvarez-Cascos, Federico Trillo o el mismísimo señor Aznar si este hecho hubiera tenido lugar en el máximo apogeo de su afán por acceder al poder. ¿Hubieran puesto el grito en el cielo por la falta de eficacia policial como ya habían hecho tantas otras veces? ¿Hubieran roto nuevamente el consenso sobre política antiterrorista como habían hecho durante la última temporada antes de las elecciones? La respuesta, bajo mi punto de vista, es obvia.

Pero lo que más me ha sorprendido ha sido la reacción del señor Aznar desde Alemania preguntándose, "no sólo como ciudadano, sino también como presidente del Gobierno, cómo es posible que haya podido fallar la seguridad". Es seguro que el señor presidente ha olvidado que es él quien tiene quedarse la respuesta a sí mismo y de paso a todos los ciudadanos. Ya le p asó la época de hacer preguntas como ciudadano y le llegó la hora de dar respuesta como presidente.-