Luz verde a una mayor difusión en EE UU de la 'pildora'

La píldora será mucho más accesible de lo que ha sido hasta ahora en EE UU. Aunque los anticonceptivos orales se utilizan y administran en algunas clínicas y centros de control de natalidad, ningún fabricante se ha atrevido a solicitar el permiso para producirlos, debido al temor a eventuales responsabilidades penales y a la presión de los grupos antiaborto. Sin embargo, el pasado viernes, según indica The New York Times, el Comité de Salud Reproductiva de la FDA, el organismo responsable de alimentación y medicamentos, adoptó por unanimidad la declaración de que las pastillas de control de natalidad son eficaces para prevenir el embarazo hasta 72 horas después de haber mantenido relaciones sexuales sin protección.La FDA se dispone a publicar a corto plazo esta conclusión en el Registro Federal con el doble objetivo de tranquilizar a las mujeres que usen o quieran usar la píldora y dejar abierta la posibilidad de que algún laboratorio solicite permiso para fabricarla y comercializarla.

Una vez que el producto se considera seguro para un objetivo -en este caso, evitar el embarazo en las primeras 72 horas-, los médicos pueden recetarlo sin problemas para otros usos. La primera dosis a ingerir en este caso es de dos o tres pastillas, en las primeras 72 horas y una segunda toma del mismo tipo doce horas después.

En la sesión informativa del pasado viernes, representantes de grupos pro-vida que consideran que la píldora es un instrumento abortivo denunciaron los propósitos de la FDA.

La Iglesia Católica también se ha manifestado contraria al uso de anticonceptivos orales, aunque los hospitales religiosos tienen la posibilidad de administrarla a las mujeres que han sido víctimas de violaciones.

En el punto de vista opuesto, los centros de planificación familiar, aunque no recomiendan que la píldora sustituya a otros métodos de control, estimulan su utilización para tratar de rebajar las preocupantes cifras de 1,2 millones de embarazos no deseados y más de un millón de abortos que se registran cada año en EE UU.