La tensión y la incertidumbre marcan la reñida jornada electoral dominicana
ENVIADO ESPECIAL Ni la música de merengue con la que las emisoras locales animaban a votar ayer en la República Dominicana evitó que la jornada electoral para la presidencia del país estuviera marcada por la tensión y la incertidumbre. De muy reñido se calificaba momentos antes del inicio del recuento electoral, cuyos primeros resultados se sabrán hoy, el duelo a dos a que se sometían el candidato socialista Juan Francisco Peña Gómez y el joven populista Leonel Fernández, este último apoyado al alimón por los otrora irreconciliables caudillos dominicanos Joaquín Balaguer y Juan Bosch.
Pese a que la pinza entre los partidos de Balaguer y Bosch -el primero de derechas y el segundo también, aunque en su origen fue marxista- favorece, de ser seguida por sus correligionarios, el triunfo de Fernández, nadie daba ayer por perdedor al negro Peña Gómez, que el viernes demostró que la calle era prácticamente suya al llenar de banderas blancas del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) casi todos los rincones de Santo Domingo. Jamás se había visto en la capital dominicana una presencia tan masiva de militantes políticos jaleando a su líder.
Las votaciones se desarrollaron con calma, pese a que el asesinato de un seguidor de Peña Gómez el sábado en el sur del país estuvo a punto de enturbiar su normal desarrollo.
Santo Domingo era ayer una ciudad prácticamente muerta, con restaurantes, gasolineras e incluso iglesias (las misas dominicales se adelantaron al sábado) cerradas a cal y canto. La gente, tras votar, se encerró en sus casas. La jornada electoral estuvo muy vigilada por los observadores en previsión de irregularidades.
Las elecciones de ayer, en las que estaban convocados 3,7 millones de los siete millones de habitantes que tiene este país caribeño, constituyen el último capítulo de un largo proceso iniciado hace tres años al detectarse que las elecciones presidenciales que reeligieron a Balaguer habían sido fraudulentas.
El 16 de mayo, Peña Gómez ganó la primera vuelta, con un 46% de los votos, seguido del populista Leonel Fernández, con el 39%, y del candidato del Partido Reformista Social Cristiano, Jacinto Peynado, que obtuvo el 15% de los votos, por lo que fue automáticamente eliminado de la contienda. Los dos candidatos que se enfrentaron ayer se comprometieron a acatar el fallo de las urnas, sea cual fuere el resultado.
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