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Mayor Oreja defiende una estrategia pacificadora "que sirva igual con tregua y sin tregua"

El Gobierno eligió la víspera de la fecha en que expira la tregua de siete días de ETA, para oficializar el acercamiento a Euskadi de 32 presos de la organización terrorista. Pero el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, multiplicó, además, los gestos de apertura al diálogo y subrayó que los partidos deben desarrollar una estrategia pacificadora válida por sí misma, "con tregua y sin tregua". Los presos. trasladados, todos ellos penados y clasificados en el segundo grado penitenciario (de dureza intermedia), se encuentran ya en cárceles de Cantabria, Asturias, Castilla-León, Aragón y el propio País Vasco.

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Mayor Oreja confirmó desde Vitoria que la política de acercamiento de los internos de ETA incluye a los 123 clasificados en el segundo grado. Unidos a los 21 que disfrutan del régimen abierto del tercer grado, el número de internos de ETA que en meses próximos podrían albergar las prisiones vascas y las de comunidades limítrofes ronda el centenar y medio. Mayor Oreja precisó que se trata de un proceso "abierto y sin calendario" sujeto a la actitud personal de cada recluso.El anuncio oficial de los traslados, iniciados el viernes y completados en la pasada madrugada ' fue hecho por el ministro en la delegación del Gobierno en Vitoria, en un dilatada conferencia de prensa en la que menudearon los mensajes implícitos y los gestos dirigidos a convencer a ETA y su entorno de que el ejecutivo mantiene una sincera disposición al diálogo. En dos ocasiones, sin que mediara alusión alguna, Mayor proclamó que para el Gobierno "los presos no son una mercancía", rechazando así, expresamente, una de las acusaciones que ETA maneja con mayor reiteración.

Durante la conferencia de prensa, marco de una manifiesta puesta en escena dirigida a significar y resaltar el gesto del Ejecutivo, el ministro no tuvo reparos en admitir que el momento escogido para los traslados y el escenario del anuncio, en la capital de la comunidad vasca, ha estado también "en función de las actuales circunstancias".

El ministro combinó la actitud dialogante con la cautela en la consideración de que la tregua de ETA ha generado "un exceso de espectativas a plazo inmediato". Mayor alertó insistentemente sobre ese punto, dijo que "algunas espectativas se han disparado demasiado", que hay que huir de la verborrea, de la creencia en los milagros pueden producirse en cuatro días. Frente a esas actitudes, subrayó la importancia de que los demócratas se mantengan unidos, confiados en sus propias fuerzas, promoviendo una política capaz de hacer frente al fenómeno terrorista, independientemente de lo que haga ETA.

Tras aludir a la imposibilidad para el bloque democrático de intervenir o prever los pasos de la organización terrorista, el ministro dijo que lo importante es "recrear un ambiente de fortaleza y confianza y actuar con serenidad, evitando la precipitación y el despropósito. "El Gobierno", subrayó, "no quiere situarse en la precipitación ni en la intransigencia".

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Mayor ratificó la adhesión del Gobierno central y de su partido al compromiso de diálogo acordado esta semana por los partidos de la mesa de Ajuria Enea y manifestó que no le duelen prendas al valorar positivamente el comunicado suscrito por los sindicatos nacionalistas ELA y LAB el pasado viernes. El ministro admitió que el Gobierno dispone en estos momentos de un amplio márgen de maniobra. Rehuyó el debate sobre el cambio de posición de su partido en relación a la lucha contra ETA, pero agradeció al PSOE la solidaridad que está mostrando en este terreno.

El traslado de los 32 reclusos de ETA no obedece a ninguna operación política, según el ministro, sino a la implantación de una nueva política penitenciaria que pone el acento "en el precepto legal de la individualización" y que responde al propósito de "minimizar los efectos que la condena e ingreso en prisión tiene sobre el entorno familiar del recluso".

Los presos han sido distribuidos en la prisión asturiana de Villabona (8), Valladolid (5), Topas (Salamanca, 4), El Dueso (3), las de Burgos, Nanclares (Álava), Soria y Zaragoza (2 en cada una de ellas), y en las de Huesca, Palencia, León y Avila que a partir de hoy acogen a un recluso más de la organización terrorista.

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