El comisario belga para refugiados concluye que Peixotin puede residir en la UE
No tiene sentido otorgar el estatuto de asilado político al presunto etarra Enrique Pagoaga Gallastegui, Peixotín, porque no pesa sobre él ninguna orden de extradición ni de expulsión a su país. Pero, precisamente por eso, no tiene sentido su expulsión y tiene derecho a circular libremente por la Unión Europea. Éste es el envenenado dictamen no vinculante emitido ayer por Marc Bossuyt, comisario general para los Refugiados y los Apátridas del Reino de Bélgica, que amenaza con convertirse en un coladero para los etarras deportados que quieran regresar al País Vasco.El explosivo dictamen de Marc Bossuyt, que no entra en el hecho de que Pagoaga intentase entrar en Bélgica con documentación falsa, debe ahora ser ratificado por el ministro del Interior, Johan van de Lanotte. Éste tiene que desempatar los dos dictámenes emitidos en este caso: el del comisario Bossuyt y el de la Oficina para los Extranjeros -dependiente del Ministerio del Interior- que recomendó su expulsión.
Los abogados de Peixotín han presentado ya un recurso al Consejo de Estado belga ante la eventualidad de que Van de Lanotte opte por la expulsión, que de esta forma, no podría hacerse efectiva hasta que se pronuncie el Consejo de Estado.
Estatuto de refugiado
El dictamen de Marc Bossuyt da mayor fuerza a las informaciones que señalaban que Bélgica negaría a Pagoaga el estatuto de refugiado político pero le daría, residencia legal. También ponen de actualidad las despectivas declaraciones del ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, que no quiso perder "ni cinco minutos por Peixotín", ya que si el Gobierno belga confirma el dictamen de Bossuyt pondría en evidencia que hay un vacío legal, o al menos político, en torno a la situación de los etarras deportados que no están reclamados por la justicia española.
Bossuyt considera que devolver a Pagoaga a Venezuela, país del que llegó y en el que estaba deportado, equivaldría a "desterrar" a un ciudadano comunitario, "lo que sería contrario a los compromisos internacionales en materia de derechos del hombre firmados por los Estados miembros de la Unión Europea". Bossuyt considera que España no puede negar un nuevo pasaporte a Peixotín, ya que eso iría en contra de los derechos reconocidos internacionalmente.
La Embajada de España ante Bélgica reaccionó ayer con cautela señalando que el dictamen de Bossuyt no zanja la cuestión y espera una pronta actuación de las autoridades belgas. A su juicio, el dictamen también pone de relieve que no ha lugar a la concesión de asilo político a un ciudadano de la UE. La interpretación es algo optimista, ya que Bossuyt se limita a señalar que no procede en este caso porque sobre Pagoaga no pesa ninguna petición de extradición ni el Gobierno belga ha decidido que ésta se lleve a cabo.
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