Condenado por espionaje a 30 meses de cárcel un ex dirigente de los socialdemócratas alemanes
La Audiencia de Düsseldorf condenó ayer dos años y medio de cárcel y a pagar un millón de marcos (84 millones de pesetas) de lo percibido por espionaje en favor de los servicios secretos (Stasi) de la desaparecida República Democrática Alemana al ex diputado Karl Wienand, de 69 años, quien a fines de los sesenta y principios de los setenta ocupó puestos clave como secretario del grupo parlamentario de los socialdemócratas (SPD) en el Parlamento.
Si Wienand hablara, el relato de sus peripecias dejaría pálidas a las, mejores novelas de espionaje. Este renano, hijo de un socialdemócrata y luego comunista encarcelado por los nazis, perdió una pierna en la II Guerra Mundial en el frente ruso y luego ingresó en el SPD.Pertenecía al grupo derechista de diputados del SPD en el Bundestag conocidos como los alcantarilleros, y supo de sobra hacer honor a este mote. La actividad de Wienand se desarrolló siempre en las cloacas del sistema, fue el fontanero encargado del trabajo sucio. Se convirtió en el brazo derecho del jefe del grupo parlamentario del SPD en el Bundestag, el legendario Herbert Wehner, uno de los miembros de la santísima trinidad o troika socialdemócrata junto a Willy Brandt y Helmut Schmidt.
El nombre de Wienand apareció asociado con la compra por 50.000 marcos de uno de los dos diputados de la oposición que en 1972 votaron en secreto en contra de su partido y a favor de Brandt, cuando la democracia cristiana (CDU / CSU) había presentado una moción de censura. Brandt se salvó por esos dos votos, según parece comprados con dinero de la Stasi. Esto no impidió que dos años después Brandt cayese por culpa de Günter Guillaume, un agente de la Stasi desenmascarado en el entorno del entonces canciller del SPD.
Envuelto en otros turbios negocios, como la quiebra de una compañía aérea y un delito de evasión fiscal, Wienand abandonó en 1974 sus cargos políticos y, según la sentencia de ayer en Düsseldorf, pasó al servicio de la Stasi como informante hasta 1989, el año de la caída del muro. Percibió por su trabajo 1,28 millones de marcos. Asegura el fallo judicial que Wienand se encontró varias veces en el extranjero con el encargado de recibir sus informes. En la jerga de los papeles de la Stasi Wienand aparece en 1993 con el nombre clave de Disputa. Las investigaciones llevaron a la conclusión de que se trataba de un renano de más de 60 años que cojeaba.
Insiste Wienand en su inocencia y promete recurrir la sentencia. El grupo parlamentario del SPD se apresuró también a emitir ayer un comunicado en su defensa.
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