El PSOE y el PP se acusan de romper la negociacion para renovar el Poder Judicial
El PSOE ha impedido que el presidente del Gobierno, José María Aznar, pueda cumplir su palabra de que hoy, el último día del periodo de sesiones de las Cortes, se votaría a los 20 vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). El PP acusa a los socialistas de romper la negociación al introducir un nombre que había sido vetado previamente por los populares, el magistrado Gerard Thomas. El PSOE devuelve el reproche a los populares, quienes a su juicio no atendieron los requerimientos que su grupo les llevaba haciendo desde octubre de 1995 para la renovación del Consejo.
"Ahora que no tengan prisa", es el mensaje de los socialistas. Las negociaciones se reanudarán hoy, pero habrá que convocar un pleno extraordinario durante el mes de julio.Ayer se hicieron circular variadas y contradictorias versiones sobre la falta de acuerdo para la provisión de las 20 plazas para el CGPJ. Según la versión del PP, cuando todo estaba ya resuelto, el PSOE introdujo un nombre que previamente había sido descartado'. Se trata del juez Gerard Thomas, muy vinculado a Belloch y, aunque miembro de Jueces para la Democracia, no propuesto por la asociación judicial progresista.
El "agujero negro"
El negociador del PP, Gabriel Cisneros, responsabilizó al PSOE de haber creado "un agujero negro" en el sistema y les acusó de "falta de cooperación institucional". Los socialistas replicaron en seguida que los populares no estaban en condiciones de hablar de agujeros, toda vez que éste existía desde que en octubre de 1995 se negaron a empezar las negociaciones.Mientras que Cisneros se mostró dolido por la situación, Almunia quitó importancia a lo ocurrido e insistió que en cuatro días no se podía "recuperar el tiempo perdido de tantos meses".
El ex ministro de Justicia e Interior Juan Alberto Belloch tuvo que salir a media tarde a la palestra pública después de escuchar su nombre repetidamente por los pasillos del Congreso en boca de dirigentes del PP y de Izquierda Unida. Belloch respondió con risas a la versión de estos grupos, según la cual él habría llamado al secretario general del PSOE, Felipe González, para hablarle de unos nombres que Almunia no había incluido en la negociación y que, ante la negativa del PP a incluirles, y una vez dado el visto bueno de González desde Atenas, el PSOE rompió la negociación.
Belloch consideró "halagador" el poder que le atribuían y se puso más serio ante la posibilidad de que pudiera ponerse en cuestión la autoridad de Almunia al frente del Grupo Socialista. Fue Cisneros quien la puso en duda: "Creíamos que Joaquín Almunia tenía la absoluta capacidad de decidir y vemos que no ha sido así totalmente".
La última versión que dan IU y Partido Popular sobre los socialistas es que González, que regresa hoy del entierro del dirigente griego Andreas Papandreu, tenía especial interés en que Aznar no se saliera con la suya de culminar este proceso con bien y en el día que se lo propuso, cuando impidió durante casi un año la negociación.
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