Greenpeace convoca elecciones para democratizar su organización
La rama española de la organización ecologista internacional Greenpeace -cuatro millones de socios en el mundo- está en plena fase de democratización. Por primera vez en sus doce años de trayectoria en España celebra elecciones para el nombramiento de 50 miembros de su Consejo general, que se unirán a otra treintena de consejeros por designación directa. Quienes votan son los 70.000 socios de la organización en España.Hasta ahora, el consejo estaba formado sólo por la treintena de personas captadas por el propio presidente, la junta directiva y el resto de los consejeros. Juan López de Uralde, portavoz de Greenpeace, explicó que cada comunidad autónoma, según el número de socios, tiene derecho a la elección de más o menos consejeros. Cataluña, con 12 consejeros, Madrid, con 10, y Valencia, con 6, son las regiones con mayor influencia.
A las elecciones se han presentado 180 candidatos, pero no han podido hacer campaña. La única información que podían aportar a través del boletín que periódicamente publica Greenpeace, y que sirve de cauce del proceso electoral, ha sido su nombre, edad, profesión y años de pertenencia a la organización.
La llegada de papeletas, recuento y proclamación de ganadores se prolongará hasta septiembre. Para asegurar la limpieza del proceso, otra conocida ONG, Amnistía Internacional, realizará el recuento de votos. En noviembre será la primera reunión de este renovado y más democrático consejo. Sus funciones: aprobar el informe de campañas de este año y el presupuesto y reparto de dinero para el próximo, así como elegir la Junta directiva, que a su vez elegirá el director ejecutivo, y el presidente de la organización.
Ahora, el biólogo marino Xavier Pastor el tanto presidente como director ejecutivo. En repetidas ocasiones ha señalado que quiere dejar el cargo de presidente. "Hay que reconocer", ha declarado Pastor, "que la situación actual es un poco paradójica, pues es como si yo fuera jefe de mí misrno".
Auditoría
En esa fase de apertura y transparencia, Greenpeace ha distribuido también sus cuentas anuales y auditoría de 1995. Los ingresos han aumentado desde los 198 millones en 1994 a los 320 millones en 1995. Y el saldo final ha pasado de los 13 millones de pérdidas de 1994 (cubiertos por la organización internacional) a los 80 millones de beneficios del año pasado. La razón está en el firme aumento de socios: 15.000 más en 1995. Las cuotas de los socios suponen más del 90% de los ingresos.Para completar su nueva etapa, Greenpeace trasladará también en los próximos meses sus oficinas de Madrid para que sean más ecológicas, más adaptadas a los principios que con tanto ahínco defienden.
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