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El Papa emprende su primera visita a Alemania tras la reunificación

El papa Juan Pablo II inició ayer en la ciudad de Paderborn, en el Estado de Renania del Norte-Westfalia, una visita de tres días a Alemania, la primera tras la reunificación del país, que no se presenta fácil para el Pontífice. Muchos católicos alemanes discrepan de la línea de Roma y al mismo tiempo se preparan acciones de protesta en Berlín, segunda etapa del viaje papal, donde grupos de homosexuales militantes han organizado acciones que la jerarquía católica califica de blasfemas.

El presidente federal alemán, el democristiano Roman Herzog (CDU), protestante de religión, recibió al Papa ayer en Paderborn con un discurso pronunciado en el aeropuerto de la ciudad en el que destacó el papel representado por el Pontífice "en la caída del telón de acero" por su ayuda a "al movimiento de liberación en el este de Europa, así como su contribución "por medio de su cargo y su persona a la caída del telón de acero".Se refirió Herzog a que el Papa visita el país de la reforma, en el que conviven católicos y protestantes, y "expresó el deseo de que "continúe de forma intensa y consecuente el diálogo entre las Iglesias por el bien de todos".

El vía e del papa a Alemania, que hace el número, 72 de su pontificado y lleva el lema "Unidos en la esperanza", que aparecía en múltiples carteles en Paderborn cuando anoche Juan Pablo II recorrió en el Papamóvil las calles de esta ciudad de 140.000 habitantes.

En respuesta al discurso de bienvenida del presidente alemán Roman Herzog, el Papa se refirió a los esfuerzos necesarios para asegurar en el continente y en todo el mundo un futuro humano y pacífico. Nadie conoce tan bien, según Juan Pablo II, las dificultades de conseguir esto como Alemania, "dividida durante décadas de forma violenta y que tuvo que soportar una gran alienación interna". El Papa pidió "un esfuerzo nuevo y global, para dar a la humanidad un porvenir que cicatrice definitivame las rupturas pasadas" al tiempo que expresó la esperanza de que se abra la puerta a "una época que impida para siempre recaer en las polarizaciones destructoras tales como las que sufrió Alemania".

La visita del Papa a Alemania se encuentra amenazada por manifestaciones de diferentes grupos contraculturales que preparan diversas acciones mañana en Berlín. Grupos de homosexuales organizados anuncian la celebración de un concilio anti-Papa, que proyecta elegir como antipapisa a una estadounidense negra y lesbiana que responde al nombre de Joy Anna Il.

Concilio con 'antipapisa'

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El jueves por la noche se presentó a la prensa en Berlín la antipapisa, que iba vestida con un manto blanco. Michael Lenz, portavoz de los enfermos de sida, declaró que con las acciones no se trata de herir los sentimientos religiosos de nadie, sino de protestar contra la función del Papa y la postura antifeminista y la moral sexual de Roma.Varias personas fueron detenidas ayer en Paderborn por causar desórdenes durante la visita papal. Una de ellas fue un joven que golpeó a un policía que le cerró el paso cuando intentaba. acercarse al Papamóvil. Un grupo de siete punkies que lanzó botellas a los agentes y un exhibicionista también fueron detenidos por los servicios de seguridad alemanes.

Contra la visita de Juan Pablo II está convocada en Berlín una manifestación para mañana. La policía ha prohibido que se aproxime a la puerta de Brandeburgo. La convocan un amplio espectro de grupos feministas, de lesbianas, homoxesuales, antifascistas, humanistas y ateos.

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