Berastáin cambia su defensa en el 'caso Sóller y no acude ante el juez

El consejero de la Función Pública del Gobierno balear, José Antonio Berastáin, del PP, no compareció ayer ante el juez que investiga el caso Sóller, Juan López Gayá, que le había citado por primera vez como inculpado por su relación con el supuesto manejo de comisiones ilegales por el PP tras la concesión de un túnel de peaje. El juez aceptó un aplazamiento de la comparecencia -hasta el próximo día 4 de julio- ante el cambio sobrevenido en la estrategia de defensa del consejero, quien designó dos días antes a un letrado penalista que se ha especializado en cuestiones de narcotráfico y se desvinculó del abogado que le asistía junto al ex presidente Cañellas -también imputado- y a los cargos públicos del PP involucrados.Berastáin, que fue secretario general desde 1982 a 1995 y apoderado del PP durante 15 años, fue la sombra política del dimisionario presidente balear Gabriel Cañellas. La maniobra dilatoria de la defensa, aunque no considerada una argucia procesal censurable por la acusación de Izquierda Unida y el fiscal, motivó también el retraso de la anunciada citación judicial de Cañellas, quien acudirá ante el juez el próximo día 16 de julio y no el 21 de junio como estaba anunciado.

El sumario del caso Sóller está centrado en indagar la posible financiación irregular del PP con la supuesta recepción, en 1988, de 50 millones de pesetas en dádivas ofrecidas por el concesionario público del túnel de Sóller. El fiscal Juan Carrau considera la existencia de un presunto delito de cohecho como móvil de otro de prevaricación cometido e imputa a la par a Berastáin y Cañellas. Izquierda Unida, que ejerce la acusación particular, amplia sus sospechas sobre más dirigentes del PP de Baleares.

Cañellas, ofendido

Cañellas se sintió ofendido ayer cuando en una tertulia radiofónica en la que participa se aludió al caso Sóller en el contexto de los escándalos de supuesta financiación irregular del PSOE. El ex presidente dijo: "Nadie ha podido demostrar que alguien [del PP o del Gobierno balear] se hubiese quedado dinero en su bolsillo, de ninguna manera".En las investigaciones policiales y de Hacienda, el brazo derecho de Cañellas, Berastáin, figura como el supuesto cerebro en el manejo bancario de las comisiones del caso Sóller, mediante talones al portador o cheques opacos a lo largo de 1989. El consejero operó en la ventanilla de un banco con un talón privado y nominal al tiempo que manejaba supuestamente otros surgidos de la caja del túnel de Sóller y que destinó a pagos relacionados con el PP.

Diversas agencias de publicidad, grupos de espectáculos, imprentas, empresas gastronómicas y hoteleras, figuran como perceptoras de fondos procedentes del túnel que les libró Berastáin desde el PP como retribución por sus trabajos para campañas políticas y electorales.