Muñoz Molina reivindica la obra de Max Aub al ingresar en la Academia

Antonio Muñoz Molina ingresó ayer en la Real Academia Española con un discurso dedica do a rescatar del olvido la obra y la figura de Max Aub, un destacado representante de la literatura española que se vio obligada al exilio tras la guerra civil. Muñoz Molina, colaborador habitual de EL PAÍS, justificó su presencia en la institución encargada de velar por el idioma castellano diciendo que "un escritor no se vuelve mejor al ser elegido académico pero tampoco creo que se vueIva peor". En su vibrante apología de Max Aub, Muñoz Molina, que a sus 40 años se ha convertido en el académico más joven, incluyó numerosas reflexiones morales y criticó a quienes practican el desdén, "una de las posiciones intelectuales más cultivadas en España en las últimas décadas", y a los que crean modas culturales basadas en la nada.

Al mismo tiempo, mostró su plena identificación con el oficio de la literatura: "Me es tan querido que el simple hecho de dedicarme a ella, de publicar libros y tener lectores, ya me parece una recompensa". Palabras con las que lamentaba a la vez la marginación de Max Aub (1903-1972), un autor de origen francés que huyó de su país al estallar la Primera Guerra Mundial y se integró plenamente en la sociedad española. Francisco Ayala, de 90 años, fue el encargado de dar respuesta al nuevo compañero, que ocupará el sillón u minúscula de la Academia.

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