Empaparse de ciencia

El Museo Acciona de Alcobendas se vuelve este verano escuela de agua para los niños. Ayer, en los 1.400 metros cuadrados de su zona ajardinada, tuvo lugar la primera edición mundial de La Piscina de la Ciencia. Se trata de una revolucionaria y original manera de comunicar la ciencia mediante módulos interactivos. Un total de 23 elementos diferentes ponen en contacto (literalmente) a los chavales con las propiedades y las limitaciones del agua, de la energía, del sol, la luz y el sonido.La Piscina de la Ciencia, pensada por el director científico del museo, Manuel Toharia, y patrocinada por el Banco Central Hispano, intenta provocar la reflexión de los participantes a través de este inusual "baño científico". Los niños, además, tendrán en los talleres ocasión de experimentar nuevas habilidades. Un puente flotante permite caminar sobre el agua gracias a la menor densidad del neumático respecto al agua. La pista acuática explica el funcionamiento del Canal de Panamá, en el que un barco puede subir por una pendiente acuática. El horno solar revela cómo la energía del sol es capaz de elevar rápidamente la temperatura.

La descomposición de la luz blanca en sus colores básicos se logra al hacerla rebotar por conductos de agua. Un liquido, que pasa por un orificio cuya apertura depende de la temperatura puede usarse para saber la hora. Una cámara oscura, sin la ayuda de ninguna lente, permite ver las imágenes exteriores invertidas y con una gran nitidez. Las parábolas que hablan permiten oír lo que se dice a varios metros de distancia, sin tener que gritar. Un dispositivo fotovoltaíco y otro térmico demuestran las distintas formas que existen de aprovechar la energía solar. El disco de Newton demuestra que la mezcla de todos los colores genera luz blanca. El columpio resonante permite apreciar como el acoplamiento de diferentes movimientos produce efectos inesperados.

Monitores y bañistas supervisan y cuidan la actividad de los niños, repartidos por grupos según su edad. Sin duda, la biciducha parece, como dicen los niños, el elemento más atractivo de la piscina. Con ella, a la vez que se pedalea, uno se da una buena ducha.

Aunque aprender entre jotas y rayos de sol parece un apasionante juego para los pequeños, Acciona abre las puertas de su museo también a los adultos. El proyecto Piscina de la Ciencia, dice Manuel Toharia, quiere ofrecer a los mayores papeles complementarios y permanentes de enseñanza. Garantizar la diversión, la motivación, la curiosidad es, por lo tanto, parte imprescindible del aprendizaje que anima esta experiencia piloto. Todas estas actividades están incluidas en el precio de entrada al museo.

Acciona, museo interactivo de la ciencia. C/ Pintor Murillo, s/n (con vuelta a la calle Velázquez). Parque de Andalucía. Alcobendas. Teléfono 661.39.09. 700 pesetas. (De 11.00 a 19.00).