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Cultura pide a Salgado que abandone el Real

La responsable del teatro afirma que debe decidir el patronato

Andrés Fernández Rubio

La lucha de poder por el control del Teatro Real tuvo ayer su primer enfrentamiento cara a cara. El secretario de Estado de Cultura, Miguel Ángel Cortés, le pidió la dimisión a Elena Salgado, directora de la Fundación Teatro Lírico, durante la reunión que ambos mantuvieron en la sede de Cultura en Madrid. La "desconfianza política" fue la razón aducida por Cortés, y la respuesta de Salgado fue la de esperar "a que el patronato se pronuncie". La convocatoria de los patronos corresponde a la titular del Ministerio de Educación y Cultura, Esperanza Aguirre. Stéphane Lissner, director artístico del Real, declaró ayer en París que su contrato le vincula "a una fundación, no a una persona".

Anoche el Ministerio de Educación y Cultura difundió una nota en la que confirmaba la solicitud de dimisión a Salgado porque "fue nombrada por el Gobierno anterior que tenía una política musical distinta a la que pretende llevar a cabo el ministerio actual". El comunicado agrega que los servicios jurídicos del ministerio están estudiando una fórmula que permita la reforma de los estatutos de la Fundación Teatro Lírico "en sintonía con la Comunidad de Madrid, institución que tiene un 25% de representación en dicha fundación".La acritud entre las partes enfrentadas se manifestó en los pasillos del ministerio. "Tampoco es que vayan a cesar a Peter Brook", manifestó un alto cargo de Cultura, mientras que por parte de Salgado se apelaba al "respeto institucional" en el sentido de que la plena capacidad legal del patronato obliga a que sean sus miembros los que se pronuncien sobre la sustitución de la directora general de la Fundación Teatro Lírico.

Elena Salgado manifestó ayer que la reunión con Cortés, de una hora de duración, se desarrolló en términos correctos. "El secretario me ha pedido la dimisión, aunque me ha dicho que el proyecto les parecía bien y que quieren continuarlo", comentó. "Alegó que me pedía la dimisión por una cuestión de confianza, y yo le dije que, por respeto institucional, debe reunirse al patronato, darse a sus miembros las explicaciones oportunas y dejar que el patronato decida".

"Hay una cuestión de respeto institucional", dice la hasta ahora directora general de la Fundación Teatro Lírico. "Es un organismo nacido con el acuerdo entre las dos instituciones [el Ministerio de Cultura y la Comunidad de Madrid]. Cuando las dos administraciones hicieron el acuerdo los dos partidos ya sabían que había elecciones convocadas. Si entienden que se han modificado las posiciones, que se manifieste el órgano competente". "A mí me nombra el patronato por unanimidad, con un acuerdo institucional entre partidos políticos distintos con las elecciones ya convocadas", manifestó ayer Salgado. "Mi nombramiento en el Real, por lo demás, había sido anunciado un año y medio antes, o sea que no es que ante la proximidad de elecciones yo decida refugiarme en el Teatro Real. Sinceramente no encuentro ninguna razón para dimitir, no es que me aferre a un sillón. Creo que por respeto a las personas que constituyen el patronato hay que darles una explicación, máxime cuando se les va a decir que se sigue el proyecto porque se está de acuerdo".

Para la directora de la fundación, "el objetivo fundamental es abrir el teatro, llevamos bloqueados seis semanas y se está perdiendo mucho tiempo con el hecho de no estar tomando decisiones. Sigo creyendo que la mejor garantía para que el teatro se abra es que no haya cambio de equipo".

La posición de Lissner

El director artístico del Teatro Real, Stéphane Lissner, que se mantiene en el esquema diseñado por el PP, declaró ayer en París: "Yo creo en la continuidad del Estado, tengo un contrato por seis años que me vincula a una fundación, no a una persona", según informa Octavi Martí. "A mí se me ha contratado como director artístico, no tengo por qué intervenir en polémicas políticas y menos en un país en el que sólo soy un invitado". El prestigioso ex director del teatro Châtelet de París dijo que ha presentado "un proyecto que incluye diversos apartados: orquesta, coro, equipo, presupuesto y programación hasta el año 2001" y que ha contactado con diversos artistas. "Algunos contratos ya están firmados, entre, ellos, acuerdos de coproducción con otros teatros. Por ejemplo, hay ya un acuerdo para producir un Tristán dirigido por Claudio Abbado conjuntamente con los teatros de Salzburgo y Florencia. He encargado a Cristóbal Halffter un proyecto para el Teatro Real y he mantenido conversaciones con distintos directores y artistas, españoles o no". También se refirió, entre los distintos proyectos, a Divinas palabras, de Antón García Abril, título por el que algunos responsables del ministerio han mostrado su preferencia para la apertura del teatro, en sustitución del Parsifal previsto inicialmente.

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