El ex presidente Cañellas imputado por cohecho por el juez del 'caso Sóller'
El magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Baleares, Juan López Gayá, imputa una presunta actividad delictiva al ex presidente balear, Gabriel Cañellas, del PP, en las indagaciones que realiza sobre el presunto cobro de comisiones ilegales por el PP, a cambio de la concesión de las obras y explotación de un túnel de peaje en Sóller, en 1989.
Cañellas pasa ahora a protagonizar como inculpado por cohecho y prevaricación el eje del sumario del caso Sóller, en el que se pondera si el Gobierno popular efectuó una resolución injusta al adjudicar la obra a una empresa cuya oferta, que según el fiscal Juan Carrau "no era la más conveniente para los intereses público". La empresa beneficiaria estaba encabezada por un socio privado y conocido del ex mandatario balear, Antonio Cuart, quien visitó en su despacho oficial al ex presidente antes de redactarse las bases del concurso público.José María Aznar forzó la dimisión de Cañellas, en julio de 1995, por las repercusiones políticas en época prelectoral de este escándalo pero no lo apartó de la vida institucional balear. Idéntica postura adoptó el PP nacional sobre José Antonio Berastáin, quien actuaba como mano derecha de Cañellas, en el PP y en el Gobierno y en creación de la Fundación privada Illes Balears. Berastían que es consejero y está nominado para el próximo Gabinete también fue inculpado ayer por el juez.
El consejero Berastáin figura. como supuesto cerebro de la trama de pagos de los 40 millones en posibles donaciones al PP efectuadas por la compañía del túnel. La partida de presuntos fondos negros del caso Sóller fue segregada en cheques bancarios y talones al portador y está documentado en el sumario que 1,6 millones de pesetas fueron ingresados en las cuentas de la fundación de Cañellas. Esta entidad, que ha sido investigada por hacienda por orden del juez, ha acumulado 1.000 millones de pesetas de donaciones empresariales, de los que 94 millones consta que son de procedencia opaca y anónima, se desconoce quien efectuó la entregas en metálico.
Once meses después del estallido del caso Sóller con la caída de Cañellas el juez ha involucrado al ex presidente y le ha citado a testificar por primera vez. Cañellas ayer ratificó que su actuación fue justa, transparente y legal pero no dejó claro si dimitirá como diputado si es procesado. Inmediatamente después de conocerse su imputación, Cañellas y Berastáin se reunieron con el presidente del PP y del Parlamento, Joan Huguet. Berastáin, cariacontecido, se negó a comentar el caso. Cañellas, aparentemente más relajado, atendió a todos los periodistas. Dijo estar muy tranquilo. El hombre fuerte de la derecha balear sigue ejerciendo, en la sombra, el control sobre el sector más numeroso del PP y el definiendo el rumbo del propio Ejecutivo.
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