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Economía teme que España quede excluida del euro y que sea superada por Portugal

Xavier Vidal-Folch

Economía considera que existen "significativas probabilidades" de que España quede excluida del primer pelotón de países que acceda a la moneda única en 1999. Teme, por el contrario, que Portugal forme parte de ese grupo. Estas conclusiones figuran en un texto confidencial de la Secretaría de Estado de Economía, al que ha tenido acceso EL PAÍS. El documento destaca las dificultades de cumplir las condiciones de convergencia. Y sobre todo, preparándose para lo peor, diseña la estrategia para negociar las condiciones de la probable exclusión de España.

El texto descuenta que el inicio de la Unión Económica y Monetaria europea (UEM) se hará en la fecha prevista. "Resulta extraordinariamente dificil modificar la fecha del 1 de enero de 1999 porque está en el Tratado, porque recoge un consenso reafirmado recientemente en el Consejo Europeo y porque cualquier modificación pondría en cuestión el delicado equilibrio de intereses que es inherente ala arquitectura de la unión monetaria". Como resultado de un análisis del cumplimiento, de la convergencia de cada país (ver gráfico), concluye que habrá cuatro grupos: el núcleo duro, formado por Francia, Alemania, Holanda, Luxemburgo y quizá Irlanda; un segundo grupo, Bélgica y Austria, con pequeñas dificultades para cumplir; un tercero, con "problemas peculiares" de orden político (Reino Unido, Dinamarca, Suecia y Finlandia), pero "influyente" y que "estaría más cerca que el nuestro" de particípar, "con lo que ello supone de deterioro de nuestra situación relativa"; y el furgón de cola, formado por. España, Portugal e Italia (a Grecia ni se la cita).Este furgón tiene "significativas probabilidades de quedar inicialmente fuera" del euro. Lo que más preocupa a Economía es que Portugal "se encuentre, en el momento del examen, en una mejor posición relativa que España" . "No es en absoluto descartable", remacha, "que Portugal cumpla los criterios de convergencia y España no". Algo parecido pasó cuando la negociación de la adhesión, aunque entonces el frenazo a la integración de España supusotambién el de Portugal: "Es poco probable que aquella situación pueda repetirse ahora".

El sorpasso portugués repercutiría en que Ias presiones sobre nuestro país serían grandes". Políticamente, porque "se haría aún más patente el fracaso que representa la exclusión de la unión monetaria". Económicamente, porque Ias autoridades, portuguesas presionarían desde dentro" de la unión monetaria "para evitar que las fluctuaciones de la peseta pudieran dañar su competitividad".

Sanciones adicionales

Consecuencia de este pesimismo es el esbozo de una detallada estrategia para negociar bien las condiciones de la exclusión de España. Para ello, Economía defiende un SME-bis con "un grado suficiente de flexibilidad cambiaria" mediante unas "bandas únicas de fluctuación" que permitan arreglos bilaterales más estrictos, pero despojados "de carácter oficial" para que no haya dos categorías de países excluidos. Tampoco deben aceptarse, indica, "sanciones adicionales como la supresión de los fondos estructurales" a los excluidos que incumplan los criterios, porque "ello ampliaría la sanción que de por sí supone ser excluido y dificultaría aún más el proceso de convergencia". Estos asuntos se están debatiendo ya entre los Quince, Y España no está sola en esas posiciones.Lo que es más novedoso y no se debate todavía son las nuevas tácticas especiales para el caso español. "Debería recalcarse el carácter transitorio" de la exclusión y "tratar de evitar la calificación de país excluido y de obtener un status especial, similar a los periodos transitorios adoptados cuando se produjo la entrada en la Comunidad", especifica el documento.

En ese periodo transitorio, y eso es lo que habría que pactar, España se comprometería a cumplir un programa de convergencia" que detallarla "con mucha precisión" las acciones de política económica a adoptar; también se comprometería a mantener un grado relativamente estricto de estabilidad cambiaria más allá del establecido" en las bandas.

Contrapartida

Y a cambio ¿qué obtendría?. Que se concretara "su horizonte de entrada" en el euro, así como "un respaldo colectivo" de los países in. Ese respaldo se plasmaría en "alguna representación política que singularizara esta situación de país sólo transitoriainriente excluido". Es decir, por ejemplo, "algún derecho a voto, o al menos a consulta, en decisiones de la unión monetaria que pudieran afectarle". Complementariamente, propone el texto, se garantizaría "la continuidad de los Fondos de Cohesión".[En Barcelona, el ex presidente francés Valery Giscard D'Estaing aseguró que España, al igual que Italia, quedará "a las puertas" de la moneda única, por lo que su acceso posterior dependerá de una decisión política. Giscard pronunció una conferencia sobre el SME en el Foro Fortune, organizado por la revista estadounidense Fortune.]

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