Castigo a los alumnos por la agresividad de sus padres
Para acabar con la violencia en las aulas nada mejor que unos padres responsables. Si cualquiera de los progenitores golpea o insulta a un profesor, su uniformado retoño será expulsado del colegio donde estudia de forma fulminante. Esta es la última propuesta de la Asociación Nacional Británica de Directores de Centros Docentes, cansada de discutir casos de colegas maltratados.Según sus cálculos, un profesor de enseñanza primaria o secundaria está más expuesto a la ira paterna que a las pataletas de los alumnos. El pasado año, sin ir más lejos, su secretaría recopiló los casos de 16 docentes agredidos por los padres. Otros nueve sufrieron a manos de los alumnos.
El Ministerio de Educación le ha asegurado a David Hart, secretario general de la asociación, que deshacerse de un pupilo con padres fuera de sí es legal. A la hora de la verdad los tribunales pueden revocar dicha decisión caso por caso. "Si hay un asalto, la relación entre los padres y el centro es nula. Es mejor que el hijo empiece de nuevo en otro lugar", ha dicho Hart.
Durante la conferencia anual de la asociación, Liz Paver, vicepresidenta entrante, ha recordado el diente roto y la rodilla magullada que le dejó como recuerdo una madre desabrida. Molesta con un niño que había golpeado en la boca, sin querer, a su hija de cuatro años, la agresora acabó tomándola con Paver. La familia pidió luego disculpas y el incidente sé archivó. "Consumimos el 90% de nuestro tiempo por culpa de un 2% de los alumnos y sus padres. Hay que hacer algo", señala la propia vicepresidenta. La asociación ha pedido ya al Ministerio más poderes para expulsar a los vehementes y para evitar que sean devueltos a las aulas después de una demanda paterna.
Según sus datos, cuatro de cada cinco profesores pide ahora la jubilación anticipada por culpa del estrés. De los 23.500 que se han retirado este año menos de 4.500 habían cumplido los 60.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.