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REPARTO DEL RECORTE FISCAL

El Ecofin tolera que las monedas rezagadas puedan entrar en el euro sin pasar por el nuevo SME

El Ecofin sigue desbrozando el camino hacia el euro. Los ministros de Economía despejaron las dos grandes dudas que quedaban y aprobaron el documento de etapa que recibirá el espaldarazo de los jefes de Estado o de Gobierno en la cumbre del día 21 en Florencia: Alemania no logró imponer su idea de que se arbitre un sistema automático de sanciones para preservar la austeridad de las cuentas públicas y dar fuerza así al euro ante los mercados y el Reino Unido consiguió que se omita la obligación de pertenecer al SME-bis como condición imprescindible para incorporarse a la moneda europea.

No fueron esos los únicos escollos salvados por los ministros. Para satisfacción española, del documento final desapareció la vinculación directa entre el sistema de relaciones que han de unir a los países que accedan al euro y los que se queden fuera (los in y los out) y el llamado Pacto de Estabilidad. Es decir, los países que se queden fuera del curo, a la espera de cumplir las condiciones para incorporarse -como España, seguramente- no estarán sometidos a la férrea disciplina que espera a los países que accedan al euro.La disciplina de los in es la principal preocupación alemana. Su ministro de Finanzas, Theo Waigel, sigue obsesionado por la necesidad de mantener la mayor austeridad posible en las finanzas públicas de los países que se integren en el euro. Es la mejor medicina, a su juicio, para evitar que el euro se vea sometido al libre albedrío de los mercados cambiarios y, sobre todo, es el mejor jarabe que pueden tomar los ciudadanos alemanes para tragar la desaparición del marco. Pero el documento aprobado ayer -que no tienen valor jurídico pero son unas orientaciones de gran peso político- no da satisfacción a uno de los principales objetivos de Alemania: establecer un mecanismo automatice, de sanciones que penalice a los países con déficit públicos elevados. Estas sanciones, según el acuerdo político de ayer, deberán ser examinadas caso por caso y aplicadas tras votación del consejo de ministros, que deberá tener en cuenta no sólo el dato de déficit público, sino la persistencia de ese déficit elevado a lo largo de un tiempo significativo.

Fondos estructurales

El acuerdo alcanzado ayer da satisfacción al Reino Unido en la polémica sobre la obligación de pertenecer o no a un nuevo SME que sustituya al actual y que tenga al euro como moneda-ancla. En el Ecofin informal de Verona se alcanzó el acuerdo político de crear ese SME-bis y se dio un paso muy importante en la línea de que su pertenencia al mismo sea voluntaria. Faltaba por aclarar si, aunque sea voluntario estar en él, sí sea obligatorio llevar dos años en él -o en el anterior- para entrar en el euro. En las conclusiones de ayer no se especifica expresamente esa cuestión, pero el Reino Unido logró eliminar toda referencia a la pertenencia a ese nuevo sistema, por lo que se refuerza la tesis de que lo importante no es tanto la pertenencia al mecanismo de cambios del SME cuanto el cumplimiento del objetivo que persigue ese mecanismo: la estabilidad cambiaría. El Reino Unido y Suecia creen que el control de la inflación es la mejor arma para lograr esa estabilidad cambiaria.Los ministros tuvieron ocasión de dar dos bienvenidas: al ex primer ministro italiano, Carlo Azeglio Ciampi, y al vicepresidente segundo del nuevo Gobierno español, Rodrigo Rato. Rato debutó en el Ecofin con desigual balance: salvó los platos rotos del doble dato de déficit público, pero perdió el avión. Y demostró que tiene mal genio.

Rato se entrevistó con el comisario responsable. de asuntos financieros, Yves-Thibault de Silguy, a quien le transmitió la absoluta oposición española a la intención de la Comisión de supeditar los fondos estructurales al cumplimiento de las condiciones de convergencia de Maastricht y al proyecto de que los pagos de los fondos se realicen en moneda nacional, y no en su valor de cambio con la moneda comunitaria. Esto último intenta evitar que los países obtengan más fondos en moneda nacional cuando ésta se devalúa frente a la comunitaria. Rato aseguró que el comisario se había distanciado de ambos proyectos y que se ha limitado a cumplir el mandato de elaborar un informe a propuesta de un país (Francia) con el apoyo de otros dos.

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