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El CES teme que el parón económico sea una nueva fase recesiva

El Consejo Económico y Social afirma, en su Memoria sobre la situación socioeconómica y laboral de la Nación en 1995, que "aunque no existan datos contrastables, cabe la hipótesis de que se haya producido un aumento del fraude fiscal" durante el año pasado. El Consejo muestra además sus dudas y temores sobre "si se ha iniciado una nueva fase de desaceleración continua de la actividad o si se trata por el contrario, de un parón coyuntural.

El Consejo Económico y Social asegura en su Memoria sobre la situación socioeconómica y laboral de la Nación, correspondiente a 1995, que la economía española tuvo un buen comportamiento el año pasado, con un crecimiento del 3% creación de 312.000 empleos, control del déficit público y un relativo control de la inflación. En opinión del Consejo, la economía en 1995 tuvo dos etapas: "Un primer semestre con un fuerte comportamiento expansivo que albergó expectativas de un año excepcional y un segundo que vio como el PIB se moderaba. frenando la creación de empleo".Sobre este diagnóstico, el CES plantea una primera preocupación en tomo a la economía española: "Si se ha iniciado una nueva fase de desaceleración continua de la actividad o si se trata, por el contrario, de un parón coyuntural". Esta es una cuestión especialmente importante debido a las consecuencias que tendría la caída en una nueva recesión en lo que se refiere al empleo.

El segundo motivo de preocupación del CES es fiscal, porque los ingresos de la Hacienda pública el año pasado fueron inferiores a lo esperado y el control del défict se consiguió por las restricciones de gasto. Por lo tanto, con un crecimiento económico del 3% y la creación de más de 300.000 empleos, el menor crecimiento de los impuestos puede tener una explicación en clave de fraude: "Aunque no existen datos contrastables, cabe la hipótesis de que se haya producido un aumento del fraude fiscal".

Prudencia excesiva

El Consejo, además, critica al Banco de España por lo que considera "excesiva reserva" a la hora de bajar el precio del dinero, reserva que ha frenado la creación de empleo, en especial durante el segundo semestre.El CES considera que las expectativas económicas para este año están determinadas por dos condiciones favorales: la estabilidad cambiaría y el control de la inflación, que ha permitido un recorte de los tipos de interés. Según el Consejo, la economía española mantiene una importante potencialidad de crecimiento, debido a la corrección de los desequilibrios mencionados junto al aumento de la inversión y al crecimiento de los márgenes de la capacidad productiva.

"No obstante -puntualiza el Consejo- tampoco hay que descartar la posibilidad de que la persistente atonía del consumo privado y el esfuerzo realizado por todos los países para reducir al máximo los niveles de déficit público pudieran desembocar en menores crecimientos". Además, el CES solicita del Gobierno una política industrial más activa.

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