José Jiménez busca una nueva síntesis filosofía-poesía en 'Memoria'
Hace diez años empezó a interesarse por los problemas de la memoria. José Jiménez, catedrático de Estética en la Universidad Autónoma y promotor del Instituto de Estética y Teoría de las Artes, publicó en esa época en La Vanguardia algunas "prosas de carácter filosófico". El tema quedó olvidado, aunque siguió haciendo lecturas y meditando el tema. El pasado año, aprovechando una estancia de seis meses en Nueva York, redactó Memoria (Tecnos). El pensador, que ayer presentó la obra en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, la calificó como un intento de "recrear el estado literario en la filosofía y como una reflexión del proceso de modificación del lenguaje".La modificación rapidísima de que es objeto la palabra se debe, a juicio de Jiménez, a la influencia de los medios de comunicación y a la forma en que operan las redes electrónicas: "La influencia de las autopistas de la comunicación es abiertamente positiva en el sentido de que requieren una acción o una interacción por parte del sujeto", aseguraba ayer Jiménez antes de la presentación de la obra. "En principio están nucleados en torno a la transmisión lingüística. El lenguaje es muy directo y muy intenso, y con ellos puede llegar una cierta recuperación del uso de la palabra".
Por su experiencia como profesor, Jiménez sabe que los jóvenes cada vez utilizan menos palabras en su lenguaje cotidiano; por eso trata con Memoria, una obra en la que ha huido deliberadamente de los tecnicismos y en la que ha intentado utilizar un lenguaje literario limpio, de "volver a mirar palabras y frases como si acabaran de nacer en nuestro universo lingüístico. Pretendo volver a aprender a hablar, borrando todos los oscuros sedimentos que empobrecen la expresión"
Recuperar la poesía
Memoria está realizado como una trasposición del funcionamiento de la música con una introducción a un tema y distintas variaciones. Aunque la obra tenga una unidad de sentido, los cincuenta capítulos se pueden leer de manera aislada o a saltos.Además de atender a las modificaciones del lenguaje, Memoria trata de recuperar la poesía. Para su autor, la obra es un puente a la poesía. "La situación actual nos remonta a los orígenes de la filosofía. Los presocráticos se expresaban a través de la poesía", dice Jiménez, quien recalca también que se han abordado los problemas de la mente contemporánea reconstruyendo temas de actualidad que van desde los temas políticos al terrorismo, pasando por la caída del muro o el rock. "Son fenómenos muy importantes que se deben abordar desde un punto de vista filosófico".
Para llegar a ese punto, Jiménez ha retrocedido muy atrás en los senderos de su memoria. Hasta Heráclito. Hasta uno de sus fragmentos, Me investigué mí mismo, que contiene la cifra del logos filosófico como producto y objetivo de un yo.
Babelia
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