'Skin' juzgado por defender la expulsión de los emigrantes africanos
El skinhead Óscar Hernández Bernal fue juzgado ayer en la Audiencia de Barcelona por proferir amenazas racistas y defender la expulsión de los inmigrantes africanos en una entrevista, publicada en diciembre de 1993, en el dominical de EL PAÍS. A pesar de que la entrevista ocupaba ocho páginas con fotos en primer plano del acusado, éste sostuvo ayer que había sido una simple "charla". Según la fiscal, el acusado incurrió en un delito contra el derecho de gentes, un genocidio en grado de provocación, por lo que pidió tres años de cárcel.
El reportaje, titulado Historia de un vándalo, era una entrevista, parte de ella con formato pregunta-respuesta. A preguntas del periodista sobre su actitud ante los inmigrantes, Óscar Hernández respondió con las siguientes consideraciones: "Los skins no estamos aquí tan apoyados como los alemanes; allí siempre ha dominado el nacionalsocialismo. Por eso, cuando veo en televisión a los rapados alemanes dando caña a los inmigrantes siento pena por mi país. Yo quiero un país ordenado. A España le hace falta una dictadura y que todos los negros se vayan a África".A la pregunta de por qué rechazaba de ese modo a los inmigrantes, respondió: "... Me dan asco. No podría ir sentado en el metro o trabajar al lado de un negro. Son portadores de virus que, desgraciadamente, ya han contagiado a muchas personas. No merecen estar aquí".
Al ser preguntado ayer por la fiscal acerca de estas manifestaciones, el acusado negó haberlas hecho, y también negó que fuera skin. Según su versión, fue una "charla" con el periodista. "¿Entonces, usted no es Óscar H. B. [la identificación utilizada en el reportaje]?", preguntó la fiscal. "No", contestó él.
En cuanto al reportaje fotográfico, el procesado se defendió indicando: "Deben de ser de los desplazamientos del grupo". Con ello aludía a la explicación que él mismo dio a preguntas de su abogado: "Somos seguidores del Barça y vamos en grupos de 300 o 400. Contra esta versión, el autor de las fotografías, Luis de las Alas, manifestó que había tomado cuatro carretes fotográficos del acusado y otros. Por su parte, el redactor Jesús Rodríguez señaló que en la entrevista reprodujo "de forma literal" las respuestas del acusado.
Al final, acusación y defensa se mantuvieron en sus posturas. La defensa pidió la absolución alegando que no fue el procesado quien hizo las declaraciones. Este aspecto, en cambio, quedó fuera de toda duda para la fiscal Teresa Comte, quien recordó las directrices europeas que instan a la persecución legal de las conductas racistas que atentan "directamente" contra grupos. La fiscal insistió en la gravedad de las declaraciones del procesado.
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