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Prodi promete que el empleo y Europa serán sus prioridades tras aceptar formar Gobierno en Italia

"El nuevo Gobierno deberá afrontar los grandes problemas nacionales, empezando por el saneamiento financiero, indispensables para que Italia entre en Europa", dijo ayer Romano Prodi, tras aceptar del presidente de la República de Italia, Oscar Luigi Scalfaro, el encargo de formar un Gabinete consecuente con el triunfo del centro-izquierda en las elecciones del pasado 21 de abril. Prodi, que probablemente anunciará su lista de ministros mañana, apuntó como tercer gran objetivo la reforma federalista que pide la Liga Norte, encabezada por Umberto Bossi.

El juego con la Liga va a ser importante para conciliar una política de contención del paro, que ha superado ya una cota del 12%, inaceptable para los italianos, con el rigor financiero necesario para que Italia cumpla los criterios de Maastricht.El Gabinete en gestación ha tenido ya que superar problemas prenatales relacionados con el control del déficit público, que precisa de un plan de ajuste inmediato de hasta 1,2 billones de pesetas. El plan es necesario para conseguir el objetivo de evitar que el déficit crezca en 1996 por encima del 7,9% del producto interior bruto (PIB) en que se encuentra actualmente.

Durante la semana pasada, a resultas de diversos conciliábulos entre Prodi y Lamberto Dini, el presidente del Gobierno en funciones, que seguramente se incorporará como ministro de Exteriores al nuevo Gabinete, se dio por hecho que antes de cesar Dini aprobaría el plan de ajuste. Prodi hubiera tenido que defenderlo luego ante el Parlamento, pero al menos podría haber intentado hacer ver que era un plan heredado.

El jueves, poco antes de que reuniera el Consejo de Ministros que hubiera adoptado las medidas, se cambió inopinadamente de criterio. Las críticas del Polo de la Libertad y de Refundación Comunista, que suscitaron dudas sobre si es constitucional que -un Gobierno en vísperas de dimitir apruebe un plan de austeridad fuerte, se reflejaron en el interior del Olivo, la coalición de centroizquierda. Parece que el equipo económico a punto de ser nombrado reclamó ocuparse del asunto.

El equipo económico de Prodi estará formado, con toda probabilidad, por Carlo Azeglio Ciampi, ex gobernador del Banco de Italia y ex presidente del Gobierno entre 1993 y 1994; Beniamino Andreatta, democristiano, ex ministro de Exteriores de Ciampi, irá a la cartera de Presupuestos, y el ministro de Hacienda será Vincenzo Visco, economista del Partido Democrático de la Izquierda (PDS). Otros dos ex comunistas, Claudio Burlando y Piero Fassino, son considerados posibles ministros de Transportes e Industria, respectivamente.

Se trata de nombramientos que difícilmente contentarán al líder de Refundación Comunista, Fausto Bertinotti, quien, tras entrevistarse con Scalfaro para las preceptivas consultas previas al encargo de formar Gobierno, dijo a la prensa que el nuevo Gabinete debería tener un alto contenido de izquierdas y se declaró poco menos que incompatible con una política económica dirigida por Ciampi.

Ello arroja sombras sobre las perspectivas de estabilidad de un Ejecutivo que tendrá necesidad de los 35 diputados de Refundación para que sus leyes puedan abrirse camino en la Cámara de Diputados. Prodi jugará, sobre todo, con la ventaja de que a Bertinotti le resultará siempre difícil permitir que caiga el primer Gobierno con ex comunistas, el más próximo a la izquierda, que conocen los italianos. De ahí la importancia de mantener una puerta abierta con la Liga, aunque la solución alternativa de lograr el apoyo de ésta para las medidas económicas que los comunistas rechacen no es imposible, pero sí improbable.

Un precio alto

El comportamiento poselectoral de la Liga está demostrando que su líder, Umberto Bossi, parece orientado a poner un precio tan alto a cualquier decisión, que Prodi tendrá serios problemas para satisfacerlo, aunque esté realmente convencido de que una profunda descentralización de Italia resulta inaplazable.La Liga lleva la provocación al límite. Tras proclamar el Gobierno de la Padania, ha pretendido que sus diputados se inscriban en la Cámara como grupo parlamentario de la Liga-Padania independiente, y como Liga-Parlamento de Padania en el Senado. En protesta porque ambas denominaciones han sido denegadas, los 27 senadores de Bossi anunciaron ayer que no participarán en los trabajos de la Cámara alta.

El gesto, que no tiene precedentes, coincidió con el anuncio de que el ex senador Luigi Rossi, un octogenario que hasta ayer era presidente honorario de la Liga y portavoz de Bossi, abandona el movimiento. "Por desgracia, detecto síntomas cada vez más acentuados de tendencia secesionista que rechazo totalmente. He pedido una aclaración precisa a Bossi, y no me la ha dado. Me marcho por. eso", dijo anoche Rossi.

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