Los sindicatos consideran que la política de Aznar imposibilita el gran pacto por el empleo

Los líderes de CC OO y UGT, Antonio Gutiérrez y Cándido Méndez, desactivaron ayer la gran promesa electoral de José María Aznar: un gran pacto por el empleo. En el encuentro de más de dos horas y media en La Moncloa, los sindicalistas comunicaron al presidente del Gobierno que las medidas anunciadas imposibilitan la negociación y tampoco quieren repetir experiencias de acuerdos globales que acabaron en grandes Frustraciones. El diálogo se limitará a consultas e información sobre puntos concretos de los presupuestos -inversiones públicas y subvenciones a empresas-, y de política social - Pacto de Toledo, revalorización de pensiones, estructura del Inem o desarrollo del acuerdo de mediación en conflictos.

Las direcciones de UGT CC OO acudieron ayer con grandes recelos a su cita con el presidente del Gobierno, el vicepresidente económico, Rodrigo Rato, y el ministro de Trabajo, Javier Arenas. Según palabra del secretario general de CC OO "nunca una reunión preparada con talante constructivo había estado precedida de tantas provocaciones". Y citó éstas: las manifestaciones del ministro de Industria, Josep Piqué, asegurando que va a privatizar todas las empresas públicas y proponiendo e abaratamiento del despido; lo recortes presupuestarios aprobados o anunciados; las declaraciones de los responsables de Sanidad y Educación, sugiriendo reformas en los sistemas público: que inquietan a los sindicatos; o el discurso del martes de José María Cuevas, presidente de la patronal, ante la asamblea de CEOE "que no ha dejado títere con cabeza". Gutiérrez hizo una advertencia: No se prestarán a "ni una foto más sin decir cosa, concretas. Ha habido demasiadas palabras y zancadillas".

Privatizaciones y recortes

José María Aznar les aseguró que su política responderá al contenido del debate de investidura y no a declaraciones o propósitos manifestados por algunos miembros del Gobierno.Sin embargo, eso les tranquilizó muy poco, y así lo reconocieron en privado algunos de los dirigentes sindícales que participaron en el encuentro. Su argumento es que el presidente Aznar dejó clara ante el Parlamento su política de privatizaciones y su intención de cumplir los criterios de convergencia que, según cálculos de UGT y CC OO, obligará a reducir el déficit en casi dos billones de pesetas durante los próximos 18 meses y a un duro ajuste.

Además de mostrar sus discrepancias con esas medidas de política económica y social, Cándido Méndez quiso despejar "la especulación de un gran pacto por el empleo". No quieren repetir experiencias fallidas, como la negociación de las cuentas del Reino, propuesta por Felipe González en 1987, o el pacto de competitividad también de la etapa socialista.

Pese a todo, el ministro de Trabajo aseguró que ayer era "un día importante para el Gobierno", porque ha cumplido su compromiso programático. El calificativo usado por los sindicatos fue bien diferente. Para ellos, la reunión fue simplemente "útil". Arenas, que informó en nombre del Gobierno, dijo que para el PP lo importante es el diálogo social: "Si eso se plasma en un gran acuerdo o en pequeños pactos, bienvenido sea".

La conclusión es que no se celebrará la reunión trilateral -entre Gobierno, patronal y sindicatos-, sugerida el pasado lunes tras el encuentro de Aznar y la patronal.

Ahora, el Gobierno analizará todo lo hablado ayer con UGT y CC OO y en los próximos días los ministros responsables de cada área les remitirán una propuesta para abrir diferentes ámbitos de diálogo. Las materias que se debatirán son: partidas presupuestarias que pueden repercutir en la creación de empleo -inversiones públicas y dar más eficacia a los incentivos empresariales existentes-; definir el grado de apoyo que la Administración actual da a acuerdos firmados ya entre patronal y sindicatos, como la mediación obligatoria en todo tipo de conflictos y la formación profesional continua; desarrollo legislativo de la ley de salud laboral y de la descentralización del Inem, derivada de los pactos políticos firmados entre el Partido Popular y los nacionalistas. En este último punto lograron uno de los escasos compromisos de la reunión de ayer. El Gobierno aseguró que "se va a mantener el marco jurídico único" en las políticas de empleo del Inem. La segunda garantía se refiere al mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones.

Sueldos de funcionarios

En cambio CC OO y UGT no lograron que Aznar y sus ministros precisaran si piensan aplicar otro acuerdo logrado con el anterior equipo socialista y que se refiere al mantenimiento del poder de compra de los empleados públicos. Javier Arenas aseguró que el Gobierno se pronunciará cuando tenga el balance de situación de las cuentas públicas y añadió que, seguramente, este asunto se tratará en la Mesa de la Función Publica.Para el desarrollo del Pacto de Toledo sobre las futuras pensiones, el PP quiere mantener el pacto parlamentario logrado hace un año para su elaboración. No obstante, Arenas precisó que "no es incompatible con informar a los sindicatos y con recibir todo tipo de sugerencias". Al igual que hizo el pasado lunes, en ningún momento habló de negociación o de alcanzar acuerdos.

También hay un compromiso de "dialogar" sobre el futuro del sector público, y sobre Ia imposibilidad de incrementar los topes de subvenciones en los contratos-programas", que se refieren a las empresas públicas en pérdidas, según manifestó el ministro de Trabajo.

En suma, el propósito del Gobierno y de los sindicatos es mantener un diálogo permanente y sin concretar plazos sobre aquellas cuestiones que faciliten la generación de más empleo y de mayor calidad. Pero descartan un gran pacto global.

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