El Gobierno quiere hacer los relevos en las empresas públicas de forma gradual y sin prisas

El Gobierno quiere hacer el relevo en las presidencias de las empresas públicas sin prisas y de forma gradual. Tanto el presidente del Gobierno, José María Aznar, como el titular de Industria, Josep Piqué -responsable de las empresas industriales-, son partidarios de que los actuales presidentes, si son cambiados, se mantengan en sus cargos hasta que se celebren las juntas generales de accionistas. En muy pocos casos -como Telefónica-, ya se han celebrado. El plazo de juntas termina el 30 de junio, fecha que se convierte ahora en un punto de referencia. Ayer, el titular de Economía, Rodrigo Rato, anunció que se hará un Plan Estratégico de Privatizaciones.

El Partido Popular no se quiere precipitar a la hora de nombrar presidentes de empresas públicas, según han expresado fuentes cercanas al Gobierno. Ello no quiere decir que el PP no esté buscando sustitutos. De hecho, ha ofrecido la presidencia de una gran empresa pública que ha sido rechazada y, en otros casos, los compromisos planteados son esperar a la celebración de la junta de accionistas, que son en las que se rinden cuentas del pasado ejercicio. Es decir, en el Gobierno se considera lógico que sea el responsable de esas cuentas el que las presente, para bien o para mal, a los accionistas. Otra cosa es que los actuales presidentes pongan antes sus cargos a disposición.Esta actitud de calma se ha querido transmitir por la incesante lluvia de rumores que han surgido en estas fechas. Están involucradas, especialmente, las principales empresas públicas, que son las que tienen accionistas privados. Es el caso del grupo petrolero Repsol, del eléctrico ENDESA, del banco Argentaria y de Telefónica. Precisamente, esta empresa es la única de las grandes que ya ha celebrado su junta de accionistas, Es la primera, por tanto, en la que podría producirse un relevo. Se da la circunstancia, en ese sentido, de que es la empresa a la que más novios le han salido: Rodolfo Martín Villa, Juan Antonio García Diez, Miguel Ángel Canalejo, José Masanell y los propios Luis Gámir (candidato a presidir la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales, SEPI, tenedora de las acciones de las empresas industriales, entre ellas ENDESA, Repsol, Iberia y CASA) y Miguel Blesa, que también figura en las listas de Argentaria y ENDESA. Blesa se ha convertido, según estas quinielas, en un comodín en la manga de Aznar.

Piqué, que consiguió elevar la Energía a rango de Secretaría de Estado después de haber sido suprimida del organigrama de Industria, parece haber consolidado su posición en el Gobierno en poco tiempo. El titular de Industria ha destacado que él quiere poner a gestores profesionales y que, por ello, no hay que precipitarse. A eso hay que añadir que Aznar quiere colocar a hombres de máxima confianza, según las fuentes consultadas. La mezcla de ambas premisas hace que se dé por hecho que los responsables de las principales compañías van a ser sustituidos. También debe contar el proceso privatizador masivo que se va a emprender. Ayer Rato anunció que se hará un Plan Estratégico de Privatizaciones para dirigirlas.

Posiciones encontradas

En el caso del presidente de Repsol, Óscar Fanjul, existen posiciones muy encontradas en el seno mismo del Gobierno y de los principales accionistas del grupo (BBV, Caixa y Pemex, además de fondos estadounidenses). El ministro de Industria, cuyo objetivo es vender el 10% de Repsol que queda en manos del Estado, no quiere tomar ninguna decisión sin consultar antes a esos accionistas (véase EL PAÍS de ayer). El peso de las dos entidades financieras va a ser fundamental. El BBV, que está en Repsol desde casi el principio de su existencia, ha dado siempre su apoyo a Fanjul. La Caixa, sin embargo, lleva sólo unos meses y su posición ha sido muy tibia con el actual presidente. La consulta a los accionistas importantes también puede producirse en ENDESA (los bancos Santander y BCH).El grupo bancario Argentaria, que está bajo el paraguas de, Economía al igual que Telefónica, es otro frente de disputa. Los nombres de Francisco González (fundador de la sociedad FG), Blesa y Fernando López-Amor (concejal de Madrid) se han repetido durante estos días, no se sabe muy bien si con fundamento suficiente.