Los Peñajara destacan en El Batán

Los toros del hierro de Peñajara, que abrirán hoy el ciclo de corridas de la feria de San Isidro, se hacen notar por su trapío y seriedad, entre todas las corridas que se exhiben en la Venta del Batán. Junto a ellos pueden verse también los encierros de Benítez Cubero, previsto para el día 12, Fermín Bohórquez para el 13 y el de Jandilla, que se despachará el día 14. Están, asimismo, los novillos del día 17, pertenecientes a Francisco Medina.La ganadería de Peñajara, procedente de hembras y sementales de Baltasar Ibán, viene siendo, durante los últimos años, la encargada de iniciar el largo serial de festejos. Para esta ocasión ha traído una corrida excelentemente presentada, muy bien armada, con hondura y seriedad. Tal vez posea menos altura de agujas; que en ocasiones anteriores, pero sus pitones astifinos imponen respeto. Destacan un toro negro meano, marcado con el número 10, enmorrillado y bien armado, y otro señalado con el número 15, cuyo aspecto explica por qué las figuras no quieren saber nada de esta divisa.

También hay toros serios, en la corrida de Benítez Cubero, pero su presentación es desigual. Aunque hay dos toros; muy abiertos de cuerna, qué imponen respeto, se ha colado algún que otro ejemplar de escaso trapío. El número 15 ofrece aspecto anovillado. De todos modos, son toros con esqueleto y carne. Alguno de ellos puede andar cerca de los 600 kilos. Con ellos se las entenderán Manuel Caballero, Chamaco y Manolo Sánchez.

Fermín Bohórquez ha traído un encierro muy en el tipo de su encaste Contreras-Murube. Son de encornadura media, bajos de agujas, enmorrillados y de escaso hocico. Vienen tres toros que parecen inflados. Pepín Jiménez, Fernando Cepeda y David Luguillano darán cuenta de ellos.

La corrida de Jandilla está muy justa de presencia. Un castaño albardado, con el número 116, es el de más cuajo y respeto. El resto son toros bajitos y barrigudos, con un ejemplar 122 pobre de cara. Su presentación encaja más en la Maestranza de Sevilla que en la exigente plaza de Las Ventas.

Con todo, eran los más contemplados por el público, que comentaba, con ironía, los nombres de sus matadores: Ortega Cano, Jesulín de Ubrique y José Tomás. Y se aludía a José Tomás como el seguro triunfador del festejo.

De aceptable trapío y muy cómoda de cabeza, por lo abrochado de sus pitones, es la novillada de Francisco Medina. Lo que los taurinos llaman "bonita". Canales Rivera, Uceda Leal y El Pireo van a tener delante uno de esos encierros que los veedores de los toreros que pueden exigir buscan con lupa. Ellos lo han encontrado.