"Las mujeres poseen un sentido especial de la estética"
El cantante presenta un homenaje a 18 grandes intérpretes
Lleva mas de 40 años en plena actividad musical, pero mantiene su carpeta de proyectos repleta de ideas. Desde que Bob Hope abreviase su verdadero nombre, Anthony Dominick Bennedetto, para que cupiera en la marquesina del teatro Paramount, Tony Bennett ha cantado en las principales salas de ciudades de todo el mundo. Sus próximas citas con el público europeo serán esta noche en Madrid y en Barcelona el lunes día 13.A lo largo de los últimos años ha dado una media de doscientos conciertos por año. "He estado en Japón 10 veces comenta, "y también he actuado en otros lugares de Asía, además de en Nueva Zelanda y Australia. Conozco todo Canadá y muchas ciudades europeas".
A punto de cumplir los 70 años, luce un envidiable estado de forma y se permite el lujo de cantar determinados pasajes sin ayuda del micrófono, con una gallardía más propia de los históricos tenores italianos. Su último disco, Here´s to the ladies, está dedicado a 18 cantantes femeninas, y plantea no sólo un homenaje a sus nombres predilectos en este campo, sino que lanza una mirada a su niñez: "Crecí cantando", recuerda; "enseguida me di cuenta de que las mujeres cantantes no eran necesariamente profesionales, como mi madre y mi hermana o mis tías y mis primas. Ellas solían reunirse en la cocina y cantaban con enorme libertad. Percibí que poseían un sentido especial de la estética y les atraían los colores y sus combinaciones más delicadas, sin duda, porque las mujeres son más fluidas en su dominio del lenguaje. Me gusta esa actitud transparente de las mujeres. Y entre todas, Ella Fitzgerald sigue siendo mi favorita", concluye.
Here's to the ladies se grabó con tres tipos diferentes de acompañamiento. Una gran banda de 18 músicos, una orquesta de 51 miembros con sección de cuerdas incluida, y su inseperable Ralph Sharon Trio. "Intentamos hacer un disco atípico e imprevisible, en lugar de encadenar una canción tras otra con un fondo orquestal uniforme", aclara. Entre las páginas más logradas de su trabajo más reciente se encuentran People, popularizada por Barbra Streisand; Somewhere over the raimbow, en recuerdo a Judy Garland, o God bless the child, una de las canciones emblemáticas de la gran Billie Holiday.
En todos los casos, Bennett ha seleccionado canciones de gran peso expresivo. "Una de las cosas que me aconsejó mi gran amigo Frank Sinatra fue que no cantara canciones baratas sólo porque los productores quisieran hacer dinero con ellas. Por eso conservo los títulos de Cole Porter, Irving Berlin o George Gershwin, entre otros compositores de auténtica calidad".
Estos planteamientos exigentes le han reportado a Bennett magníficos dividendos artísticos. En los pasados cinco años ha vendido más de tres millones de discos y ha recibido multitud de premios, entre ellos el Grammy de 1995 al mejor disco, por Unplugged. En sus conciertos pueden encontrarse tanto nostálgicos de la era dorada de los vocalistas como jóvenes ansiosos por ver al último gran crooner.
Estirpe gloriosa
Pero Bennett no se considera en absoluto el último superviviente de una estirpe gloriosa, y da la bienvenida a una nueva generación de cantantes que intentan recuperar usos de antaño. "Son tremendos", afirma, "Harry Conick Jr. es un buen amigo mío y le veo crecer cada día que pasa. Lo está haciendo verdaderamente bien en las películas y creo que se convertirá en uno de los grandes. También Frank Stalone es un buen amigo. Dicen que tiene algunos rasgos míos. Yo les diría a los jóvenes que no busquen un solo modelo, que persigan su propio sonido".
Babelia
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