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EL NUEVO GOBIERNO

El PP rearma su grupo parlamentario tras la fuga de diputados a secretaría de Estado

Javier Casqueiro

El PP reunió en la tarde de ayer en su sede central de Madrid a su grupo parlamentario en el Congreso para aplicar una profunda reforma en su estructura, una vez comprobada la fuga, masiva de sus principales figuras a los altos cargos de los ministerios. Ocho ministros del primer Gabinete de José María Aznar son parlamentarios y una es senadora. Siete diputados han sido nombrados ya secretarios de Estado y Aznar ha anunciado, en varios casos frente al criterio de los afectados, que no es partidario de la compatibilidad. de ambos puestos.

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Luis de Grandes, el portavoz del PP en el Congreso, reunió en la tarde de ayer en Génova, 13, a su grupo para plantear una importante reorganización de su estructura, que precisé de la modificación de los estatutos del partido. De Grandes ha esperado varias semanas para llevar a cabo este plan porque sabía que Aznar pensaba nutrir su Gobierno de varios. de sus diputados. Así ha ocurrido. Algunos parlamentarios brillantes que podrían arroparle como portavoces adjuntos han sido desviados para otras funciones. Otros se han reservado para controlar el timón del partido.De. Grandes ha optado por modificar la estructura que el PP tenía hasta ahora en el Congreso y copiar un modelo que puso . en práctica el PSOE en 1982 para acompasarse a la estrategia típica de partido que apoya al Gobierno. Ayer se habló incluso de "cambiar el chip de oposición". La mayor innovación orgánica es que se crea una figura tras el presidente del grupo, que seguirá siendo Aznar, y después del portavoz. El nuevo puesto de secretario general recae desde ayer en, Gabriel Cisneros, que además de un histórico del Congreso y tino de los padres de la Constitución, el engarce del grupo parlamentario con el partido y con La Moncloa, ya que continuará ejerciendo también como muñidor de los discursos e intervenciones del líder. De Grandes nombró ayer como portavoces adjuntos a Manuel Núñez, otro parlamentario veterano y ex ministro de UCD; a Fernando López Amor, concejal de Comercio en el Ayuntamiento de Madrid, y a Mercedes Fernández, una abogada asturiana de 33 años.

Algunos de estos nombres sonaban para determinados cargos, pero ahora serán los encargados de potenciar el devaluado grupo del Congreso por la marcha de muchos diputados al Ejecutivo. El Consejo de Ministros de mañana ampliará, además, la cifra de los parlamentarios del PP en distintas secretarias de Estado. Se dan por seguros, al menos, otros dos nuevos casos: el del parlamentario catalán Jorge Fernández, como secretario de Estado de Administraciones Públicas, y el del diputado burgalés Juan Carlos Aparicio, como secretario de Estado para la Seguridad Social. Y podría haber más.

Aznar no les ha dejado muchas opciones a estos altos cargos de segundo nivel a los que la ley sí permitía compatibilizar ambos puestos. El nuevo presidente del Gobierno, sin embargo, ha expresado en público su deseo de que eso no suceda. Entiende que el PP dispondrá en esta legislatura en el Congreso sólo de 156 escaños y, por tanto, no puede - arriesgarse a perder ninguna votación complicada por alguna inesperada ausencia.

El secretario general del PP y vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, ya indicó el martes, en su primera comparecencia pública como portavoz del nuevo Ejecutivo, que sólo habrá una excepción a esa regla y es la que afecta precisamente a su Ministerio de Presidencia. El diputado madrileño José María Michavila, secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, será el encargado de engarzar desde Presidencia las tareas del Gobierno con el trabajo diario en las Cortes.

Algunos afectados por esta incompatibilidad interna del PP han cuestionado "la tozudez de Aznar" en este caso. Ministros y colaboradores han intentado convencerle para que cambiara de criterio. Infructuosamente.

Arbitrarios

Los que critican en el PP las incompatibilidades internas de los diputados argumentan que no todas las secretarías de Estado son iguales.. Es decir, que los secretarios de Estado de departamentos unificados sí podrían tener problemas para cumplir con sus compromisos en el Congreso porque ejercerán de hecho como ministros sin cartera. Subrayan, por el contrario, que en los ministerios no modificados serán sólo los números dos de sus titulares. También comentan que este tipo de incompatibilidades no son algo estricto porque se saltan arbitrariamente cuando interesa, como con las alcaldesas de Málaga, Celia Vilialobos, y de Cádiz, Teófila Martínez.Otros secretarios de Estado no sólo no plantean quejas, sino que sabían que no continuarían en el Parlamento una, vez elegidos. Carlos Aragonés, el director del gabinete de Presidencia, y Miguel Ángel Rodríguez, secretario de Estado de Comunicación, ocuparon una posición privilegiada en la lista de Madrid en estas elecciones; pero eran conscientes de que no estaban destinados a labores parlamentarias. Aragonés resulta desconocido en esa faceta. De Rodríguez no se veía lógico ni estético" que ejerciera de diputado y de jefe de prensa de Aznar.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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