Van Miert impide que Bruselas apoye a España en defensa del vino de Rioja

El comisario de la Competencia, Karel van Miert, echó ayer mano del reglamento para impedir que la Comisión Europea se posicione en favor de España en el contencioso planteado por Bélgica con los vinos de Rioja. Van Miert apeló al artículo 4 del Reglamento del Colegio de Comisarios para, conseguir, sin dar explicaciones, que la Comisión no aborde el tema hasta la semana que viene, justo cuando acaba el plazo legal para tornar postura ante el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas.La historia es muy larga. El Consejo Regulador del Vino de Rioja aprobó un reglamento que prohibía la exportación de vinos a granel y que obligaba a su embotellamiento en la comarca. A instancia de los supermercados belgas Delhaize, el poderosísimo lobby de la Federación Belga de Vinos y Espirituosos denunció esa medida. El Tribunal de Luxemburgo falló en 1992 en favor de la reclamación belga, que contaba entonces con el apoyo de la Comisión Europea.

Esta sentencia, sin embargo, nunca ha llegado a ejecutarse, y en el pasado mes de enero Bélgica denunció a España para exigir su aplicación. Es la primera vez que un Estado comunitario denuncia a otro y que esta denuncia llega hasta el tribunal sin que se haya alcanzado previamente un acuerdo.El 'lobby' belga

El problema para el lobby belga y para su Gobierno es que la Comisión Europea ha cambiado de opinión en beneficio de La Rioja. De los 20 comisarios, 18 apoyan a España después de que la sueca Anita Gradin retirara las objeciones que todavía planteaba. Así se constató en la reunión de jefes de gabinete de los comisarios celebrada el pasado lunes. Sólo el belga Karel van Miert y el holandés Hans van den Broek apoyan a Bélgica. Pero Van Miert impidió ayer, vía reglamento, que la posición de la Comisión Europea sea ya oficial y se presente ante el Tribunal de Luxemburgo, un apoyo que en general suele ser decisivo a la hora de inclinar la balanza de la justicia hacia uno u otro lado.

El cambio de actitud de la Comisión Europea se fundamenta en tres grandes argumentos: defender la política de vinos de calidad, la prioridad de la propiedad intelectual frente a la libre circulación de mercancías y la extensión del reglamento riojano a muchísimas regiones vinícolas europeas.

Las grandes superficies belgas embotellan vinos de Rioja que venden a un precio hasta tres y cuatro veces inferior al original.