Coalición Canaria advierte a CiU que 16 diputados "no pueden marcar los destinos de España"

Si el debate de investidura se caracterizó por el guante blanco, en el caso de Coalición Canaria adquirió el máximo grado de suavidad. CC se presentó ayer como el grupo nacionalista más identificado con el proyecto de José María Aznar. Su portavoz, José Carlos Mauricio, auguró al presidente del PP una larga legislatura y le ofreció su apoyo más pleno. Este le devolvió el reconocimiento al destacar que CC fue la primera formación que suscribió el pacto con el PP, y reiteró su compromiso a cumplir el contrato. Mauricio advirtió a CiU que 16 diputados no pueden marcar los destinos de España.

José Carlos Mauricio rivalizó, incluso, con sus homólogos nacionalistas catalanes y vascos por ser la primera fuerza que vio con claridad la conveniencia del pacto con el partido de Aznar. "Lo teníamos claro tres días después de las elecciones. No teníamos necesidad de marear la perdiz ni de convencer a nuestro electorado7, manifestó en un claro guiño hacia los escaños de CiU y del PNV. Mauricio afirmó que la clave de la facilidad del acuerdo entre PP y CC ha estado en que los nacionalistas canarios comprobaron enseguida que los populares "no son la vieja derecha y que estos se dieron cuenta de que los nacionalistas canarios no representan un "nacionalismo insolidario".Pero Mauricio fue más lejos y amenazó a CiU con sumar sus votos a los del PNV para cuestionar la hegemonía del nacionalismo catalán en su relación con el PP. "Que na4ie se crea que con 16 diputados se pueden marcar los destinos de España". Detrás de esta amenaza están las recientes declaraciones de Jordi Pujol en las que manifestó que los votos de CiU son imprescindibles para la gobernabilidad del Partido Popular.

Aunque estuvo elogioso con Aznar, Mauricio también le envió una aviso al señalarle que pronto le rodearán "funcionarios centralistas" que le llenarán de informes y le dirán que el cumplimiento de los acuerdos con los nacionalistas no es posible.

Fue reivindicativo, una vez más, con Canarias. "El olvido es la distancia. Es tan claro el hecho diferencial canario que nadie se acuerda de él". En ese punto fue donde subió más el tono de su intervención. "Aún existe el peligro de las dos españas, ya no de las clases, sino de los territorios, entre una España productiva y otra, asistida". "España no ha terminado de resolver el problema del Estado autonómico, heredado desde el imperio".

Pero en su intervención trató de mantener un tono de Estado, apuntando los grandes retos que se le plantean al nuevo Gobierno. "España no va a entrar en un nuevo 98". En un terreno más concreto, pidió una renovación del Consejo General. del Poder Judicial (CGPJ) en 15 días y destacó el papel básico del PNV en la política antiterrorista, un partido al que le lanzó varios guiños durante su intervención. La posibilidad de un acuerdo tácito entre los dos nacionalismos ante el fuerte peso de CiU quedó apuntado en el discurso de CC.

Mauricio extendió el guante blanco al PSOE, cuyo mandato de 13 años lo calificó con un "balance positivo. Con luces y sombras". Pero concentró sus principales elogios en Aznar, al que encuadró en la tradición "centrista reformista".