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La presión de los laboratorios hace que se receten medicamentos cada vez más caros

Preocupación en medios sanitarios por el fuerte aumento del precio medio por receta

Milagros Pérez Oliva

En España no sólo se recetan más medicamentos, sino que cada vez se prescriben los más caros. En 1995, los médicos de la Seguridad Social firmaron casi un 10% más de recetas que el año anterior, y el gasto de farmacia fue un 12,54% superior, cuando la previsión de incremento del presupuesto sanitario para ese año, era del 6,4%. Todas las fuentes médicas consultadas coinciden en atribuir este fenómeno, que supone un constante aumento del precio medio por receta, a la presión de los laboratorios y a la información distorsionada que reciben los médicos sobre los nuevos productos.

En el primer trimestre de 1996 el precio medio por receta ha aumentado en España un 6,41%, cuando en el mismo periodo de 1995 había sido del 4,77% y ya se consideraba preocupante. Además, sigue aumentando también el número total de recetas. En 1995 los médicos de la Seguridad Social prescribieron un total de 525 millones de recetas, un 6,32% más que en 1994.La combinación de estos dos incrementos hace que las medidas de contención de gasto aplicadas en los dos últimos años hayan tenido un impacto inferior al esperado. Y la tendencia sigue marcando incrementos en farmacia superiores al aumento del presupuesto sanitario. Así, el primer trimestre de 1996, la factura de farmacia del Sistema Nacional de Salud ha sido un 10,51% mayor que en el mismo periodo de 1995, con una distribución muy desigual entre el Insalud y las comunidades autónomas. (Ver cuadro adjunto). Aunque el aumento es inferior al del primer trimestre de 1995 -que fue de un 14,96%- el ritmo de crecimiento sigue siendo superior a las previsiones de aumento del presupuesto sanitario para 1996, fijado en un 7,2%.

Carles Constante, director del Area Sanitaria del Servicio Catalán de la Salud atribuye el incremento del número de recetas al aumento de población anciana con patologías crónicas. Y también, en parte, a un efecto indirecto del decreto que redujo unos 800 medicamentos de entre los financiados por la Seguridad Social. Así lo corroboran algunos inspectores de la Seguridad Social consultados. Según ellos, muchos médicos de cabecera han sustituido aquellos medicamentos, que prescribían casi como placebos, por otros más caros.

Sin embargo, este factor sólo explicaría en una pequeña parte el incremento de gasto medio por receta. Todas las fuentes consultadas, tanto en la administración central como en las autonómicas, coinciden en que se debe a la presión de los laboratorios sobre los médicos para que prescriban los medicamentos más nuevos y más caros. "Se trata muchas veces de fármacos que aportan un beneficio mínimo o inexistente sobre los anteriormente disponibles", indica Ludvik Drobnic, del servicio de Enfermedades Infecciosas del hospital del Mar de Barcelona, autor dé un estudio sobre prescripción de antibióticos en Barcelona.

Mas caros, pero no siempre mejores

No siempre los medicamentos más nuevos y más caros son los mejores. Y no siempre, además, son correctamente utilizados. He aquí algunos ejemplos. Las quinolonas, entre los más caros, figuran entre los nuevos antibióticos cuya prescripción está aumentando de forma sustancial. Existen varias marcas en el mercado. El prospecto más riguroso de todas ellas señala, como primera indicación, las afecciones respiratorias. Al respecto, el doctor Drobnic es tajante: "En afecciones respiratorias, las quinolonas son las menos eficaces. Se prescriben con mucha frecuencia piara bronquitis crónicas, y no están en absoluto indicadas, puesto que el microbio más importante en estapatología, el neumococo, no es sensible a ellas".El 80% de los antibióticos se recetan, según el doctor Drobnic, para afecciones respiratorias, cuando sólo un 10% de estas infecciones precisan tratamiento antibiótico.Algunos nuevos fármacos no aportan grandes ventajas sobre los ya existentes, e incluso presentan algunas desventajas. "Es el caso de las cefalosporinas orales, de uso frecuentemente incorrecto", explica Drobnic. "Se prescriben para casos de sinusitis, otitis media, bronquitis aguda o agudización de las bronquitis crónicas. Pero hay otros antibióticos que ofrecen igual o mayor seguridad en el tratamiento, por ejemplo la amoxicilina con ácido clavulánico". Mientras el tratamiento durante ocho días con los primeros cuesta 9.800 pesetas, con los segundos supone unas 2.400.

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