Pujol dice que el pacto "no es un apaño", sino una apuesta por la estabilidad de la política española

Los consejos nacionales de los partidos coligados en Convergència i Unió aprobaron ayer el "acuerdo de investidura y gobernabilidad" alcanzado con el Partido Popular. Como se esperaba, fue en el consejo de Convergència donde más resistencias hubo al acuerdo: 188 votos favorables (el 81%), 22 en contra y 22 abstenciones. Unió lo aprobó por una mayoría aún más amplia: 86% a favor, 14% de abstenciones y ningún voto en contra. El pacto "no es simplemente un apaño", declaró después Pujol. "Es una apuesta fuerte por la definitiva estabilización de la política española, garantía de progreso".

"Es también una apuesta a favor de Cataluña" que Convergència i Unió "debe asumir con convicción, no con resignación", añadió Pujol al dar cuenta de las decisiones de su partido. "El PP debe hacer lo mismo. Y el PSOE también" agregó. "Naturalmente [los socialistas] se opondrán a tal punto y a tal otro. Unas cosas no les: gustarán. Y si les gustan dirán que no. Ya lo entiendo. Pero la actitud que debe dominar a estos tres. grandes protagonistas de la vida política española, el PSOE, el PP y CiU, en esta etapa que ahora se abre, es asumirlo con convicción, porque va a permitirnos a todos dar un sal do adelante"."El problema, y esto se lo decía a mis compañeros de CDC, no es PP sí o PP no. Es si vamos a dar un salto adelante. Y esto es lo que vamos a hacer", añadió. En contra del acuerdo votaron los consejeros pertenecientes a la Joventut Nacionalista de Catalunya (JNC) y los dos representan tes de la agrupación local de Rubí, quienes acudieron a la reunión con un mandato en este sentido.

Alarma por la foto

De entre quienes se abstuvieron destacan tres miembros del comité ejecutivo: el diputado Carles Campuzano (presidente, además, de la JNC, quien sin embargo acatará la disciplina del grupo parlamentario), Meritxell Borràs y Jaume Ciurana, procedentes de las juventudes. En el comité eje cutivo, reunido con anterioridad, no hubo ninguna votación y apenas un breve debate en el que algunos de sus miembros expresaron su escepticismo por el acuerdo y su alarma por la foto que Pujol y Aznar se iban a hacer juntos horas después. Los miembros de la ejecutiva fueron conminados a no intervenir en el debate del consejo nacional, excepto Pujol y Joaquim Molins para defender el acuerdo.Pujol destacó que los acuerdos alcanzados con el PP van mas allá de lo que el PSOE estuvo dispuesto a conceder durante los casi tres años de colaboración. "Muchos dirán que, comparado con nuestros objetivos, el acuerdo queda corto; pero com parado con los compromisos que estaba dispuesto a asumir el Gobierno socialista, va mucho más allá", señaló el líder nacionalista. No tuvo, sin embargo, palabras de crítica al PSOE, y mucho menos a Felipe González. Incluso admitió la posibilidad de que, de haber ganado las elecciones, los socialistas hubieran asumido unos compromisos semejantes: "Pero antes no lo hicieron".

El líder nacionalista señaló que todo acuerdo se suscribe con la voluntad de que dure cuatro años, pero precisó que no hay ninguna garantía de que esto vaya a ser así. Recordó que también existía la voluntad de que el acuerdo con los socialistas durara toda una legislatura, pero no fue posible. El alcanzado con el PP "durará mientras sea útil a todos" ( ... ), mientras el pacto se respete y nos permita ir avanzando ( ... ), mientras España esté bien gobernada y el proceso ahora iniciado no se interrumpa".

El presidente de la Generalitat reconoció que el acuerdo sobre Tráfico no es totalmente satisfactorio, pero destacó que el PP se aviene a negociar, "no simplemente a hablar", el traspaso de las competencias de Tráfico, y ello en el contexto de, las decisiones que adoptar para desarrollar el modelo policial catalán. Y el modelo policial catalán, recordó Pujol, es el de sustitución de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado por los Mossos. Según el consejero de Gobernación, la policía autonómica catalana se hará cargo del tráfico por provincias completas, a medida que avance el actual despliegue de los Mossos, empezando por Girona y acabando por Barcelona. La Guardia Civil se retirará según vayan asumiendo las competencias los policías de la Generalitat. Los guardias podrán solicitar su ingreso en el cuerpo catalán, pero a título individual, como ya ocurre ahora.

En cuanto a la traducción en dinero del nuevo sistema de financiación, Pujol señaló que no se puede precisar, porque depende de la evolución de la economía española y catalana y del esfuerzo fiscal, pero que espera que en el quinto año (2001) se pueda alcanzar el objetivo electoral de 250.000 millones de pesetas más al año (incluyendo financiación de servicios no sanitarios, los sanitarios -pendientes de negociación- y una mayor inversión directa del Estado).

El acuerdo no se firmará, porque CiU considera suficiente que sea aprobado por las direcciones de los partidos, que se haga público y que Aznar lo defienda en el Congreso en el debate de investidura. En cuanto a la cena de anoche, Pujol señaló que en realidad era un encuentro de los negociadores con sus esposas para conocerse mejor, al que se sumaban Aznar, él mismo y Josep Antoni Duran Lleida, con sus respectivas parejas, también con el objetivo de conocerse mejor.

Recordó Pujol que con el PSOE y con algunos de sus dirigentes en particular las relaciones han sido muy buenas, y espera que sigan siéndolo, pero por razones ajenas a la voluntad de los nacionalistas no ha ocurrido lo mismo, más bien lo contrario, con los líderes del PP, por lo que sería conveniente cambiar esta situación, que vinculó al clima de hostilidad hacia Cataluña. "¿Cómo le cae Aznar?", le preguntó un periodista. "Me cae bien", contestó Pujol. "Me caen bien todos", agregó. El presidente catalán estaba ayer de muy buen humor.