El ex consejero balear implicado en el 'caso Calvià' alega que es aforado para eludir al juez instructor

Francisco Gilet, ex consejero balear y ex diputado del PP implicado recientemente por un condenado en la trama del intento de soborno conocido como caso Calvià -sentenciado en 1994-, se considera "imputado [en la nueva causa] por acusaciones y sospechas", según dijo ayer su defensor, Antonio Monserrat. En relación con ello, Gilet invoca su condición de aforado, ya extinguida en la práctica al haber cesado como diputado, para apartar de la instrucción al juez José Castro y que el Tribunal Superior de Justicia reclame el sumario.Gilet intenta evitar el tener que declarar ante el juez que intenta esclarecer si dirigió o conoció el fallido soborno de dos militantes del PP a un concejal del PSOE. El juez no le ha implicado aún ni ha señalado fecha para su declaración, aunque indaga sus actuaciones. Castro tomó declaración ayer al edil socialista que denunció el caso y a dos políticos locales del PP.

El ex dirigente conservador ha diseñado una acción jurídica que, de consumarse, dilatará la instrucción. Quiere lograr una prórroga de su aforamiento y que el Tribunal Superior sea competente en la causa. El juez actual, de acusada personalidad independiente y formulaciones progresistas, decretó en 1992 la prisión provisional de los acusados luego condenados. El abogado de Gilet dijo que "el juez está contaminado y no es competente en el plano de la unidad procesal". El catedrático Manuel Cobo del Rosal dirige el equipo jurídico que asesora a Gilet.

Cuando se denunció el caso Calvià, Gilet ya declaró ante el magistrado José Zaforteza, del Tribunal Superior, y fue exculpado. El juez Castro trabaja desde hace casi dos meses en esclarecer los móviles del fallido intento de compra de voto de un concejal del PSOE de Calvià por 100 millones de pesetas a cargo de dos militantes del PP y un intermediario, condenados a penas de entre cuatro meses de arresto y 100 millones de pesetas de multa.

La acusación contra Gilet partió de Andrés Bordoy, ex presidente del PP de Calvià, quien le señaló como urdidor de la trama del soborno frustrado.