Kohl vuelve a reducir el crecimiento de Alemania al 0,75%

El canciller alemán, el democristiano Helmut Kohl (CDU), defendió ayer ante el Parlamento Federal (Bundestag) en Bonn el paquete de recortes sociales, acordado por su Gobierno para reducir el déficit público y sanear las cajas de Seguridad Social, con el argumento básico de que "si no actuamos ahora, nos amenaza la destrucción de más puestos de trabajo" y "si no actuamos ahora, nos jugamos el futuro de nuestros hijos y nietos". Declaró el canciller que las cifras de paro por encima de cuatro millones son inaceptables y al mismo tiempo corrigió a la baja una vez más el pronóstico de crecimiento del producto interior bruto (PIB) que el Gobierno federal había dado para este año: en vez de un 1,5%, Alemania sólo crecerá un 0,75%. No obstante, Kohl asegura: "No esperamos una recesión en Alemania".El dirigente del primer partido de oposición y presidente del Sarre, el socialdemócrata Oskar Lafontaine (SPD), acusó a Kohl de haber engañado al electorado, por no haber presentado al país un balance de la situación antes de las elecciones en tres estados federados del pasado 23 de marzo, que supusieron un éxito para los partidos de la coalición de centro derecha, democristianos (CDU) y liberales (FDP) que gobiernan en Bonn. Lafontaine (SPD) criticó que el plan de recortes sociales exige apretarse el cinturón a "jubilados, familias, parados y trabajadores. Esto da una situación social torcida".

Criticas de la oposición

El líder de Los Verdes Joschka Fischer, calificó de "parcial y despiadado" el programa de recortes y aseguró que "nos encontramos ante una nueva situación cualitativa del desmantelamiento social". El dirigente del poscomunista Partido del Socialismo Democrático (PDS), Gregor Gysi, calificó de "escandaloso" el paquete y dijo que significa una "declaración de guerra" a los asalariados, parados, niños, jubilados y receptores de asistencia social.Kohl empleó 50 minutos en justificar el plan del Gobierno y evitó tonos polémicos. El canciller parece consciente del apoyo de la oposición socialdemócrata (SPD) para llevar adelante el programa. En la segunda cámara (Bundesrat) el SPD tienen mayoría y puede bloquear la aprobación de varias de las leyes necesarias para aplicar la cura que el Gobierno federal pretende aplicar a la economía alemana.

No se olvidó Kohl de hacer varios guiños a los sindicatos, que la noche del martes, al concluir sin acuerdo la cumbre con los empresarios y el Gobierno en la Cancillería Federal en Bonn, anunciaron el fin del consenso social. En este sentido Kohl reafirmó que la contratación. colectiva constituye "el instrumentoa decuado" para conformar el mundo laboral y las condiciones de trabajo. En los últimos tiempos habían crecido las voces de sectores de la patronal que reclamaban el fin de los convenios colectivos en favor de una negociación individual, según las necesidades de cada empresa. Al mismo tiempo Kohl hizo un canto al modelo social vigente en Alemania y reafirmó que mantiene abierta la oferta de diálogo.

A pesar de los elementos, negativos, como el bajo crecimiento del PIB y el paro, Kohl expuso también una serie de factores positivos, que permiten esperar una mejoría de la coyuntura económica: casi completa estabilidad de precios con una inflación del 1,5%; niveles más bajos de intereses oficiales desde el final de la guerra; bajos intereses a largo plazo, por debajo de los de Estados Unidos y sólo por encima de los de Japón; tendencias que muestran el comercio mundial hacia un sólido crecimiento.