Buena gente
Estimado señor Carmona: usted se encuentra impresionado por la poca amabilidad de los madrileños. No se deje impresionar, señor Carmona; seguimos siendo mayoría los madrileños amables. ¡Ahora también hay cabestros! Como en todos los países de este nuestro mundo, le digo esto porque, por suerte para mí, he conocido otro país, más concretamente Estados Unidos (Miami), y la gente- hispanos y estadounidenses- fueron sumamente amables, excepto uno al que, pese a mi malísimo inglés, pude entenderle lo que me contestó a mi pregunta ¿por favor, es ésta la carretera que va al Sogesmille? Respuesta: "¡No hablo con hispanos!". La verdad, no era como para liarse a tortas, más que nada porque el buen señor era un americano de unos dos metros de alto por dos de ancho: Señor Carmona, de verdad, los madrileños seguimos siendo buena gente-