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INMIGRACIÓN ILEGAL

Inmigrantes y drogas enfrían las relaciones entre Mexico y EE UU

Antonio Caño

No son tiempos fáciles para un mexicano en Estados Unidos. No lo son desde luego, para los miles que cada día cruzan ilegalmente hacia el norte en busca de trabajo. "Cuando no es la inmigración, son las drogas, los tomates, el atún o las escobas de mijo, que también se quejan de que vendemos muchas escobas de mijo. Aquí no faltan problemas ni hay tiempo para el aburrimiento", afirma Jesús Silva Herzog, embajador de México en Washington, que tiene que hacer frente a uno. de los momentos de mayor tensión política entre ambos lados de la frontera."Vivimos un momento particularmente difícil porque se han conjugado fuerzas en México con elementos en Estados Unidos que, aprovechando un periodo electoral, han hecho que nuestra relación sea más tensa", añade, el embajador mexicano.

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El apaleamiento, a principios de éste mes, de dos inmigrantes ilegales en California elevó esa tensión al más alto nivel, porque puso de manifiesto el crecimiento de un sentimiento antimexicano en muchos sectores de la sociedad, norteamericana. Y no sólo por culpa del conflicto con los inmigrantes ilegales. La escasa repercusión del Tratado de Libre Comercio, los escándalos políticos, la crisis económica ocurrida en México y el aumento del tráfico de drogas procedente de ese país son circunstancias que se han sumado para desembocar en la crisis actual.

Durante la presente campaña electoral, el candidato republicano Pat Buchanan explotó el antimexicanismo como su principal arma política. Y desde entonces no transcurre semana sin que alguna voz del Congreso norteamericano no condene en la forma más agresiva la conducta del país vecino sobre alguna materia. Una de ellas, la del senador Alfonse d'Amato, ha acusado a México de ser una "narcodemocracia".

A lo largo de este mes, en el consulado mexicano en Los Ángeles y la Embajada de ese país en Washington se han recibido decenas de llamadas y de cartas que elogiaban la actuación de los policías que golpearon brutalmente a los dos inmigrantes. "Se lo tenían merecido. Esto es sólo el principio de lo que les espera", decía una de esas llamadas.

Recientemente, el embajador Silva interrumpió telefónicamente un programa de la cadena CNN en el que políticos de todas las corrientes, incluido el representante del presidente Bill Clinton para asuntos fronterizos, defendían la decisión de construir un muro en la línea divisoria. Sólo Jesse Jackson, el famoso activista negro, se ha quejado de que ese muro, del que ya se han levantado algunos tramos, "es una medida propia de la Alemania nazi".

Tensión electoral

"Las relaciones son más frías que nunca, y se vive un periodo de tensión creciente, pero esto es debido fundamentalmente a la retórica política propia de los procesos electorales de noviembre en Estados Unidos y de 1997 en México", afirma Jack Sweeney, un experto en política mexicana de la Heritage Foundation.Tanto Sweeney como Silva confían en que la tensión pasará después de noviembre, y que el interés de ambos países es el de entenderse. "México y Estados Unidos no pueden llegar y nunca llegarán a un conflicto serio. Son muchos los lazos económicos, culturales y sociales que los unen", asegura Sweeney. México es el tercer s ocio comercial de EE UU y el principal destino exportador de algunos de los mayores Estados de este país, entre ellos Tejas.

Lo positivo de la crisis actual, según el embajador mexicano, es que, "por primera vez en la historia, se ha reconocido con claridad lo importante que México es para EE UU". El peligro es que esta etapa de tensión provoque un resentimiento difícil de superar entre ambos pueblos.

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