El Banco Mundial pide al G-7 que perdone un 90% de deuda de los países más pobres
ENVIADA ESPECIALEl Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, los países acreedores del Club de París y otras entidades de crédito están de acuerdo sobre la necesidad de condonar parte de la deuda de los países más pobres del planeta, que asciende a unos 160.000 millones de dólares (20 billones de pesetas), aunque discrepan sobre cómo financiar esta Iniciativa. En una propuesta conjunta del Banco y el FMI se pide al Club de París, del que son miembros las siete principales economías del mundo (G-7), que reduzca un 90% el valor y los intereses e la deuda de los países más pobres.
El presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, defendió ayer la necesidad de que los países más industrializados asuman más carga que las organizaciones multilaterales. "Lo que es importante es que por primera vez en la historia de la cooperación internacional hay una visión común sobre el problema de las naciones más endeudadas", señaló Wolfensohn ayer en una conferencia de prensa previa a la reunión de primavera del Banco y el FMI en Washington. Wolfensohn confía en que en estos encuentros se logre un principio de acuerdo sobre cómo repartir la carga de esta iniciativa.El objetivo es reducir el endeudamiento de unos 20 países en vías de desarrollo a niveles sostenibles. La condición es que estas economías altamente endeudadas hayan aplicado por tres años un programa de ajuste impuesto por el FMI y que se comprometan a prolongarlo al menos otros tres. Una exigencia que las organizaciones no gubernamentales han calificado de excesiva.
Precisamente hoy, durante la reunión del grupo de los 24, del que forman parte otros tantos países de Asia, Africa y Latinoamérica, pedirán al Fondo y al Banco Mundial que las condiciones que se exigen para beneficiarse del plan de condonación de la deuda sean menos estrictas. En un borrador de comunicado, el G-24 declara su deseo de que el problema de la deuda se resuelva en una forma más flexible y que no se reduzca sólo a las obligaciones multilaterales.
De los 160.000 millones de dólares de deuda, que se calcula tienen los países más pobres, les corresponde un 63% a los acreedores bilaterales, un 21% a las organizaciones multilaterales y un 16% a entidades privadas. El Banco Mundial y el FMI calculan que se necesitan unos 8.000 millones de dólares para llevar a cabo esta iniciativa y se han comprometido a aportar una tercera parte de este montante. Entre los posibles beneficiarios se encuentran Nicaragua, Etiopía, Mozambique, Zaire, Zambia, Bolivia, Burundi, Tanzania, Guyana...
El G-7, que se reúne hoy en Washington de forma paralela a la s reuniones del FMI y el Banco Mundial, discutirá la propuesta. Las siete economías más ricas del mundo pactaron en Nápoles en 1994 reducir en un 67% la deuda de los estados más pobres. Aunque están dispuestos a ir más allá, exigirán a las instituciones multilaterales que asuman más responsabilidad en el plan. El secretario del Tesoro estadounidense, Robert Rubin, dejó anteayer clara la posición de Washington al respecto: "Creernos que la condonación de la deuda debe hacerse principalmente con los recursos. del FMI y el Banco Mundial". Varios representantes de los países más industrializados han criticado al Fondo y al Banco por depositar el peso del plan en la ayuda procedente de sus gobiernos, en un momento, además, en el que la gran mayoría están embarcados en fuertes programas domésticos de ajuste fiscal.
El Banco y el FMI argumentan que su contribución no puede ser tan generosa como la del Club de París porque deben defender el estatus de alrededor preferente que tienen ambas organizaciones y que les da prioridad frente a los acreedores bilaterales a la hora de cobrar una deuda.
La institución que preside Wolfensohn financiará su parte con los beneficios que obtiene con sus préstamos. El FMI, por su parte, está considerando vender un 5% de sus enormes reservas de oro, unos 5 millones de onzas. El dinero obtenido, según su director general, Michel Camdessus, se invertiría en bonos del Tesoro y su rentabilidad se destinaría a financiar el programa.
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