Un comando islamista asesina a 18 griegos en la mayor matanza de turistas en Egipto

El terrorismo islámico reapareció ayer en El Cairo. Y lo hizo con más brutalidad que nunca. Cuatro individuos descargaron los cargadores de sus fusiles de asalto y de sus pistolas a la entrada M hotel Europa, próximo a las pirámides de Giza, contra un centenar de turistas griegos, de edades comprendidas entre los 50 y los 70 años, que se disponían a subir en un autobús para viajar a Alejandría, la ciudad fundada por su antepasado Alejandro Magno. Los cuerpos sin vida de 18 de ellos, 14 mujeres y 4 hombres, quedaron, tendidos, acribillados a balazos, en la Puerta y en el vestíbulo del hotel.

Otros 14 turistas, además, de un empleado egipcio del establecimiento, fueron trasladados heridos a los hospitales más próximos. En la tarde de ayer el Gobierno griego envió dos aviones militares para recoger en El Cairo a las víctimas y a los supervivientes de este brutal atentado y trasladarlas a Grecia.Esta acción terrorista es la más sangrienta de las perpetradas en Egipto contra turistas desde que en 1992, la organización islámica radical Gamá Islamiya (Asamblea Islámica) decidió que el turismo era objetivo preferente de sus ataques contra el régimen del presidente Hosni Mubarak, tanto por su repercusión internacional como por el efecto negativo para su estabilidad económica y social.

Los terroristas, según las primeras impresiones de la investigación policial, planearon muy bien la acción. Lo que se desconocía anoche era si el objetivo -la nacionalidad de las víctimas- era el que pretendían. En el hotel Europa, diez plantas, tres estrellas y sede habitual de los grandes operadores turísticos, se hospedan también numerosos turistas procedentes de Israel.

La seguridad de este tipo de establecimientos hoteleros es más aparente que real, ya que los guardias no portan armas, aunque de poco les hubieran servido. Los detectores de metales y los agentes armados están reservados para los hoteles de lujo del centro de El Cairo.

Faltaban pocos minutos para las siete de la mañana, cuando una furgoneta Volkswagen de color blanco aparcó frente al hotel. En la puerta, se hallaba un autobús preparado para trasladar a Alejandría, ciudad de grandes resonancias helénicas, a los turistas griegos que en ese momento bajaban al vestíbulo tras desayunar. Sólo cinco minutos tardaron los terroristas islámicos en ejecutar su acción.

Tres miembros del comando, armados con fusiles de asalto, comenzaron a disparar contra el autobús creyendo que los turistas ya se habían subido a él. Al darse cuenta de que el autobús estaba vacío corrieron hacia el hotel donde los disparos indiscriminados de los terroristas provocaron la mayor matanza de turistas extranjeros en Egipto.

Sangre, cristales, bolsos

La sangre, unas horas después del atentado, todavía estaba fresca en esas escaleras y en el suelo del vestíbulo los muertos y heridos habían dejado entre los cristales rotos el recuerdo de su viaje frustrado: bolsos, cámaras, jerseis y otros objetos personales.Después fue el ulular de sirenas, el traslado de los muertos y de los heridos, tres de ellos graves, a los hospitales, la visita del ministro del Interior, el general Hasan Al Alfi, al lugar del atentado, las declaraciones de los investigadores, que no se explican las razones de este acto criminal

Los turistas griegos asesina dos formaban parte de un grupo de 185 que habían llegado a El Cairo el miércoles desde el balneario de Taba, en la costa del mar Rojo, después de varios días de viaje que les habían llevado a Israel, aprovechando las vacaciones de la Pascua ortodoxa Aunque nadie se ha atribuido todavía esta matanza, todo apunta a la Gamá Islamiya, responsable de la mayor parte de los 22 atentados cometidos contra turistas occidentales en Egipto desde hace cuatro años. Hasta ahora habían asesinado a ocho. Los últimos atentados con resultado de muerte, cometidos contra turistas, se produjeron en 1994.