CiU y PNV no aclararán al mañana al Rey su voto sobre la investidura

José María Aznar, el candidato del PP a la presidencia del Gobierno, tardará días, quizás semanas, en saber oficialmente el sentido del voto de los partidos nacionalistas vasco y catalán en su sesión de investidura, para la que tampoco hay una fecha cerrada. Esta semana se presume decisiva. El Rey recibirá a la última ronda de líderes de los partidos presentes en el Congreso. Pero en la entrevista institucional del Monarca, mañana, con los portavoces del PNV y de CiU, los probables socios del PP aún no tienen pensado descifrar su posición.

Joaquim Molins comunicará al Rey, cuando éste le reciba mañana, que Convergència i Unió (16 diputados) todavía no puede garantizar el voto afirmativo a la investidura del presidente del PP (156), pese a lo cual considera que éste es el único candidato posible para intentar formar Gobierno, según fuentes nacionalistas. Esta misma actitud la reflejará también. mañana al Rey, por la tarde, Iñaki Anasagasti, el portavoz del PNV en el Congreso (cinco parlamentarios):CiU no podrá garantizar su voto afirmativo a Aznar hasta que se reúna el consejo nacional de Convergència Democrática, el principal partido de la coalición nacionalista, y Jordi Pujol pueda superar sin excesivos traumas las resistencias del ala más intransigente de su formación política. La autoridad de Pujol y la ausencia de un líder de peso que encabece la resistencia interna garantizan que lo que proponga el presidente de la Generalitat será aceptado, aunque para ello deberá presentar un balance de lo que el PP está dispuesto a asumir del programa de CiU que vaya "más allá de cuatro vaguedades", señalan fuentes de la dirección nacionalista.

Las negociaciones que CiU y PP reemprenderán mañana o pasado se consideran definitivas en Convergència. De estas nuevas charlas entre las comisiones, encabezadas por un lado por Rodrigo Rato y por otro por Molins, deberán salir unos compromisos concretos de los populares en relación a la política que van a, aplicar desde el Gobierno, cuyo detalle se negociará más adelante, cuando los populares estén en condiciones ejecutivas de hacerlo. Compromisos en torno al reconocimiento pleno de los hechos diferenciales y del carácter plurinacional de España, a la necesidad de garantizar una "financiación justa" para la Generalitat, completar los traspasos, avanzar hacia la Administración única, consolidar un modelo policial propio para Cataluña, luchar contra el paro y cumplir, entre otros, los compromisos de convergencia europea.

Estos compromisos figurarán en el discurso de investidura, sin descartarse que se plasmen además en un documento firmado por ambas partes. "Con el PP no existe el mismo grado de confianza que había con el PSOE en 1993; de ahí que se le exijan compromisos en firme", reflexionaba ayer un dirigente nacionalista.

Según el vicepresidente tercero del Congreso, Josep López de Lerma (CiU), las conversaciones con el PP no han producido, hasta el momento, "ningún resultado". "Es mucho dar por hecho que CiU apoyará la investidura de Aznar", declaró. "No hay razones suficientes para avalar que así será; todo está abierto , porque "el PP nos debe aún una respuesta a nuestros planteamientos autonómicos", agregó.

El negociador del PP, Rodrigo Rato, justificó ayer la indefinición actual que mantiene su partido sobre esa propuesta porque ha comprobado que la financiación autonómica' es un "tema complejo". Rato aclaró, en declaraciones a Efe, que la hipótesis barajada por CiU de que todas las comunidades reciban el mismo dinero por habitante "debe ser analizada en el conjunto del esfuerzo del sector público". En CiU entienden que existe un desequilibrio histórico que perjudica a Cataluña sobre otras autonomías. Rato enmarcó esta antigua reivindicación de CiU "en el conjunto del esfuerzo del sector público, la inversión pública, la sanidad" y otras partidas del gasto presupuestario.