Un condenado del 'caso Calvià' implica al PP balear en el intento de soborno
Uno de los condenados por el caso Calvià, Andreu Bordoy, aseguró ayer ante el juez que no actuó solo en el intento de soborno al concejal socialista José Miguel Campos, "sino representando al PP y con órdenes estrictas y directas de Francesc Gilet". El político mallorquín Francisco Gilet fue consejero del Gobierno balear entre 1983 y 1993 -se le consideraba el número dos del ex presidente Gabriel Cañellas- y diputado nacional por el PP.
Los hechos se remontan a 1992, cuando los implicados pretendieron comprar el voto de un concejal socialista para hacer prosperar una moción de censura contra la alcaldesa del PSOE, Margarita Nájera, y nombrar un alcalde del PP. Calvià es el municipio con mayor riqueza inmobiliaria y turística de Baleares. Dos militantes del PP fueron condenados a una multa de 100 millones y cuatro meses de arresto y un intermediario recibió la misma multa y seis meses de arresto.
Andrés Bordoy, vicepresídente del PP de la localidad mallorquina cuando ocurrieron los hechos afirmó que "en ningún momento" actuó solo: "Actué representando al PP, bajo las órdenes directas de Gilet".
Bordoy detalló en el juzgado cómo se reunió en el despacho oficial con Gilet y con el supuesto beneficiario del cohecho, el alto cargo del Gobierno balear y líder del PP de Calvià, Eduardo Vellibre, para preparar los detalles de la trama. Bordoy dijo que antes de acometer la tentativa de compra del concejal del PSOE reclamó a Gilet el consentimiento de Cañellas y del PP: "No se iba a iniciar ninguna operación sin obtener antes la aprobación del señor Cañellas".
Días después llegó la "luz verde": "Vellibre me comunicó que se tenía la autorización de Cañellas", agregó Bordoy, quien afirmó tener documentación escrita y grabaciones magnetofónicas que permiten verificar su versión.
Carta a Aznar
Además, desveló que en septiembre de 1994 envió una carta al presidente nacional del PP, José María Aznar, explicándole "con pelos y señales" la implicación de la cúpula del PP balear en este asunto y los compromisos adquiridos por esta formación política para ayudarle a hacer frente a la multa de cien millones de pesetas que le impuso la Justicia por el delito de cohecho.
El condenado reveló que su defensa, tras ser detenido y acusado fue tutelada y dirigida por su propio partido. Gilet y Cañellas negaron anoche su implicación, mientras que el abogado de Vellibre evitó dar explicaciones. En la primera instrucción de este caso, Gilet y Cañellas declararon ante el Tribunal Superior y fueron exculpados.
El- PSOE y el Ayuntamiento de Calvià se han personado de nuevo como acusación particular. Tras las vacaciones de Pascua, el juez señalará nuevas actuaciones para indagar si hubo otros políticos culpables sobre los hechos delictivos ya probados y juzgados.
Bordoy explicó que ahora destapaba la trama oculta del caso Calvià porque se sentía abandonado a su suerte, sin el apoyo de quienes le habían utilizado como mediador.
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